Capítulo 15

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Ya habían pasado varios días desde la última vez que Namjoon se topó con Charlie. Más que querer darle su espacio, estaba tomándose su tiempo para poder empezar de nuevo, esta vez, sin distracciones o metidas de pata. Todo estaba calculado, haría que su presencia en la vida de esa chica fuera importante, incluso más que el tal Jeongkook, para así poder destrozarla como ella lo había hecho con su corazón.

Ya era medio día y estaba tomando un descanso. Había regresado de la empresa donde estaba haciendo su servicio, estaba agotado, lo traían de arriba para abajo conociendo las instalaciones y quedó enamorado. Era su sueño trabajar para ellos algún día. En la cafetería estaba sentado junto a Hoseok, bebía un jugo para retomar fuerzas y seguir con sus clases, el chico pelirrojo le mostraba algunos vídeos que había tomado de él mismo practicando sus nuevos pasos de baile, esperando perfeccionar y que se los tomaran en cuenta para su clase.

— ¡Mira, Namjoon! —dijo Hoseok al desviar la vista de su celular— ¿No es esa la chica que golpeaste?

De inmediato levantó la cara y la vio cruzar justo delante de él. A Charlie no parecía importarle que estuviera allí, ni siquiera se atrevió a mirarlo. Namjoon dejó su jugo y se puso de pie para ir con ella, no sin antes regalarle una sonrisa ladina a Hoseok. Se acercó y se paró detrás de ella para que lo notara, pero ella estaba inmersa en su mundo que no lo hizo.

— Hola, Charlie. —la saludó, pero ella ni volteó a mirarlo. Quería hacer de todo para captar su atención, carraspeaba su garganta, fingía toser o bostezar, pero ella no se inmutó en siquiera mirarlo de reojo— ¿Charlie?

Su oportunidad para iniciar se había presentado en el mejor momento, en cambio, no parecía favorecerle porque ella lo estaba ignorando por completo, y se estaba molestando un poco. Hoseok sólo estaba atento a las acciones de su amigo, seguía sin entender su afán de atacar a Charlie, pero le divertía cómo esa chica terminaba por darle la vuelta y hacer que perdiera la cabeza. Aquellos dos se habían convertido en agua y aceite, juntos hacían un gran espectáculo del que toda la universidad hablaba. Podía ver que perdía la paciencia, estaba tratando de conversar con ella, pero sólo lanzaba palabras al aire, como un total idiota.

Un perdedor.

La chica se giró sobre sus talones y su yogurt favorito se estampó contra un pecho masculino, derramando la mayor parte sobre él. Ella miró al dueño del pecho ridiculizado y se dio cuenta que se trataba de Namjoon. Sus ojos eran de impacto, prefería que fuese otro en vez de él, justo cuando sentía reinar la paz a su alrededor, el chico parecía de nuevo y en tremendas situaciones. Salió del shock al ver que movía los labios, pero no podía escucharlo debido a que tenía los audífonos a todo volumen.

— ¡Lo siento mucho! —dijo al apartar los auriculares de sus oídos— ¡No te escuché cuando te acercaste!

—Namjoon no podía creer lo que veía— Entiendo. Ya veo por qué no me hacías caso. Creí que me ignorabas.

— Tratándose de ti, igual lo hubiera hecho. —dijo muy directa— ¿No fui clara cuando dije que me dejaras en paz?

Charlie tomó unas servilletas de la mesa y titubeó un poco si debía limpiar y Namjoon jaló su mano para que se atreviera a hacerlo. Claro que entendía, sabía exactamente a lo que se refería, pero iba a hacer caso omiso a todo, en vez de retroceder, avanzaría hasta pisarla ¿Cómo podía mirarlo a los ojos? ¿Cómo podía aparentar que nada pasaba? Eso era lo que pensaba cada que la tenía enfrente, en cada encuentro la miraba fijamente y se detenía a preguntarse. Sin duda, su cinismo trascendía a pasos agigantados. Sus movimientos eran torpes al mismo tiempo que bruscos, esa chica era un caso en cuanto a meterse en problemas y tratar de solucionarlos.

De Ella Aprendí | Libro #1 | CR. ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora