Capítulo 24

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Llevaba medio día persiguiendo a Charlie por toda la universidad, esa chica era audaz, sabía dónde esconderse y escapar de sus interrogatorios, por más que la acorralara, ella no cambiaría de parecer, ya habían quedado en algo y no cedería, se lo dejó bien claro, pero Namjoon necesitaba hablar, no estaba conforme con lo decidido, el asunto ahora era de los dos y, por su parte, seguía inconcluso.

Namjoon tuvo que recurrir a la ayuda por la desesperación, había puesto a algunos de sus compañeros a espiarla, y si la llegaban a ver, debían avisarle de inmediato. Uno de ellos la llegó a ver cerca del departamento de fotografía, eso era peligro, si ella llegaba a entrar, la misión estaba perdida. Cuando supo de su paradero, Namjoon corrió como loco para impedir que Charlie entrara, y lo consiguió, alcanzó a tomarla de la mano y se la llevó de ese lugar. Ella se estaba resistiendo, no quería darle la cara y menos responder sus preguntas, era tedioso tener que soportarlo, su necedad la estaba fastidiando, en cambio, para poder terminar con ese dolor de cabeza, tenía que aceptar charlar con él.

— ¿Qué quieres?

— ¡Hablar contigo!

Charlie paró de resistirse y se calmó, no podía seguir huyendo de su presente, correr no le daría las respuestas y menos la tranquilidad que quería, por eso le puso fin a la persecución y decidió escucharlo.

— Habla... —dijo agotada— Te escucho.

— ¿Me odias? —era lo primero que necesitaba saber, después de sus tonterías, era lo que más le importaba.

— Aunque quiera, no puedo. —lo miró a los ojos, el contacto visual iba a estar restringido, pero no podía si de honestidad se trataba— Qué lástima no poder expresar ese sentimiento, a pesar de lo mal que me has tratado y las estupideces que has cometido, no puedo aborrecerte.

Lo que Charlie confesaba se clavaba en su pecho, era como una estocada contra su corazón, tan despiadada e hiriente, pero le daba la razón, merecía ese golpe y sangrar hasta desfallecer, sin embargo, agradecía que ella no fuera rencorosa, que su corazón no albergara malos sentimientos por él y que le permitiera hablar ya era ganancia.

— Gracias por no hacerlo. —besó su mano— Quiero intentarlo, Charlie, dame la oportunidad de demostrarte cuánto te quiero. Las cosas entre nosotros han florecido, sé que me quieres, ¿Qué te impide estar conmigo? ¡Hagámoslo! ¡Aprovechemos lo que sentimos mutuamente!

Namjoon tomó sus manos, su cara imploraba por una oportunidad y que ella se abriera a sus sentimientos, que dejara de tener miedo y se entregara, que se dejara envolver por sus brazos y sintiera lo que provocaba en él, el momento parecía ser solo de los dos, por desgracia, no era así, alguien llevaba observándolos desde que se detuvieron, es más, los iban siguiendo desde que Namjoon empezó a seguirla. Jimin estaba atento a cada movimiento, sus pasos estaban detrás de Namjoon, como si fuera un acosador, nada de lo que hiciera se le escapaba, lo veía a hurtadillas y muy bien que se escondía, era como una sabandija escurridiza escondida en un hoyo para estudiarlo.

¿Hola? —susurró al teléfono— Urge que aparezcas, las cosas empeoraron.

Todo lo que el chico hiciera llegaba a oídos de una persona, toda orden la recibía de un jefe directo y de Jimin dependía que esa persona volviera. Suhee estaba detrás de todo, cualquier cosa que sucediera, ella lo sabía, y, por qué no, ella estaba involucrada, pertenecía a la vida de los dos.

Voy para allá.

Suhee hizo su entrada triunfal, lo que muchos daban por muerto, o que desconocían su paradero, había surgido del mismo infierno. Todos recordaban a la chica, imposible olvidar a alguien que había partido sin razón aparente y que volvía como una diosa. Suhee no paraba de sonreír, saludaba a aquel que la reconociera, su fama no había desaparecido, seguía reinando como siempre y amaba que así fuera, pero, lo que en verdad le importaba, era separar a esos idiotas, y tenía la idea perfecta.

De Ella Aprendí | Libro #1 | CR. ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora