Los exámenes intersemestrales habían iniciado, Namjoon ni siquiera tenía tiempo para salir a dar un paseo y tomar un poco de aire fresco para relajarse, estaba tan ocupado en estudiar y concentrarse en las evaluaciones, que incluso se le pasaban las comidas, pero sólo una cosa era de la que se preocupaba, y era si Charlie estaría bien, ya que, desde el día de la estrella, no volvió a acercarse. Aquella ocasión se sintió confundido, estresado y malhumorado por alguna razón, aún seguía sin tener una explicación coherente para ponerse molesto o sentirse frustrado por la presencia de Jeongkook en la vida de Charlie, era difícil para él entender querer estar cada día más cerca, pasar días enteros a su lado, no despegarse ni un segundo y ser su sombra, ser su compañero de travesuras, conocer más de su vida y juntos forjar recuerdos.
Era un lío.
Podía pensar que estaba enamorado o que empezaba a gustarle, para más sencillo, y eso lo estaba volviendo loco como para arrancarse el cabello, uno por uno, pero a la vez decía que sólo era admiración, ya que desde un principio le llegó a interesar la persona que se escondía detrás de esa chica reservada, le intrigó lo que Suhee habló un día, antes de saber lo oscuro de su vida. Sí, quizás así era, tal vez por eso moría de ganas de escribirle y escaparse un rato de la realidad y pasarla bien con ella, tal vez por eso, inconscientemente, estaba caminando rumbo al departamento de arte.
— ¿Qué demonios estoy haciendo?
Se detuvo un momento y vio su reflejo en el vitral de trofeos, podía verse la gran sonrisa en sus labios, la emoción hacía que su rostro estuviera iluminado, en un instante se sonrojó hasta las orejas y era bochornoso, pero dio prioridad a sus manos vacías ¿Cómo podía presentarse así? No tenía nada para regalarle, se había olvidado de que siempre le obsequiaba una flor, y ahora estaba a secas.
— ¿Namjoon? —escuchó tras su espalda— ¡Hola, qué gusto verte!
¿En serio era ella diciendo eso? Claramente se trataba de Charlie y eso llegaba a emocionarlo sin razón aparente, si tuviera un artefacto que lo delatara, seguramente sería un foquito que se encendiera con solo verla, pues le afectaba mucho, así fuera a distancia, mientras sus ojos vieran su persona, estaba contento. Era como vislumbrar a una diosa entre tanto simple mortal, su luz cegaba su mirada, pero ni así podía detenerse a observarla, era como una adicción, algo sumamente necesario para existir, ver ese semblante tan lindo era como su medicina, algo que lo hacía quedar estático sin importar que otros lo miraran de forma extraña, para él, la presencia de esa chica era la única.
¿Qué la había animado a hablarle primero? Se veía distinta a como la vio la última vez, era otra, no era la Charlie que se la pasaba sentada en los rincones, suspirando por todo y con una cara apachurrada, se veía el esfuerzo por salir adelante y no dejarse vencer, había trabajado muy duro para mejorarse y se notaba de maravilla.
— Hola, Charlie. —sonrió de oreja a oreja, pero un poco nervioso de tenerla más cerca— Me alegra verte. Por lo que veo, ya estás mejor.
— Ah... sí. —le sonrió de vuelta y dejó un mechón de cabello tras su oreja— Hablé con Jeongkook hace unos días.
¿Habrán regresado? fue lo primero que pensó. Que hubiera un regreso lo ponía silencioso, no podía decir nada al respecto, era su vida, pero si le pidiera un consejo, le diría que no era conveniente, que debía mirar al frente, y, sólo tal vez, podría verlo a él. Cómo pedía que lo mirara, que viera el ferviente anhelo de querer abrazarla, mimarla y hacerla feliz que se reflejaba en sus pupilas, que sintiera lo desesperado que estaba por estar a su lado y verla reír todos los días por su culpa.
Sería feliz si ella lo fuera.
— Acaso... ¿Son novios de nuevo? —moría por preguntar y escucharla negarlo, pero sabía que era lo contrario— ¿Regresaste con Jeongkook?
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De Ella Aprendí | Libro #1 | CR. ✔
FanficDesear una vida tranquila era a lo que aspiraba, no pretendía llamar la atención; tan solo pedía un poco de paz y silencio para estar bien. Namjoon inicia su tercer año en la universidad, lleno de curiosidad como la primera vez, sin embargo, no será...