De Ella Aprendí | Libro #1 | CR. ✔

Capítulo 08

Las vacaciones de navidad habían culminado, era hora de regresar para entregar los trabajos finales del semestre y por fin terminar el año. Namjoon estaba emocionado, pronto le tocaría hacer sus prácticas, y eso significaba visitar grandes empresas de entretenimiento, algunas casas de cultura y viajar para empezar su camino en la música, pero su mente seguía ocupada, realmente quería hacer algo antes de continuar. No podía dejar de pensar en lo terrible que la estaba pasando Suhee por culpa de Charlie y el cómo las cosas podrían empeorar. Aunque ella le haya prohibido verse con la chica, él tenía que hacerlo par aponer un alto, si Suhee no era capaz de decirle las cosas, Namjoon lo haría, porque ya estaba cansado de que su novia se atormentara todo el tiempo y tuviera miedo de volver a verla, pero tenía que actuar cautelosamente, no quería tener problemas con su chica si se llegara a enterar.

Para su proyecto final debía entregar una canción, debía componer, escribir y grabar, pero Namjoon no era bueno cantando, así que tuvo que hacer una colaboración con una compañera, amiga suya, que estaba en el departamento de música. Pasaron horas escribiendo dicha pieza, entre los dos hubo una pelea para poder determinar la letra de la canción, y cuando estuvo lista, Nam se encargó de la producción, mientras que ella la coreaba.

Cuando entregó al fin el sobre, salió más rápido que nadie para irse al otro lado del campus, debía encontrarse con Charlie y encararla, decirle de una vez por todas que era una mala persona y que la quería lejos de Suhee, que estaba colmando su paciencia y si se resistía, se atrevería a atacarla con tal de que se apartara. Le dolía la cabeza de pensar en todo lo que le hizo a su novia, el coraje crecía conforme avanzaba, sus pasos eran más agresivos y la ira lo empujaba a correr.

Los pasillos estaban un poco más despejados, había llegado a la entrada del departamento y era hora de iniciar su búsqueda, y no sería complicado si ya tenía señas para dar con ella. De camino al salón doscientos uno, se encontró con una cabellera decorada con mechones azules, era difícil confundir esa melena cuando era la única en toda la escuela, y la tenía frente a unos metros de distancia. Se veía tan inocente abrazando un cuadro que cubría la mitad de su cuerpo, su sonrisa no parecía detallar a la chica que le dificultaba la existencia a Suhee, pero ya no confiaba para nada en esa faceta angelical que tenía, no después de ver cómo ella provocaba cierto temor en la mujer que quería.

— Hasta aquí llegaste, Charlie.

Empezó a andar para tenerla más cerca y escupirle al rostro lo infame que era por tratar como mierda a su supuesta amiga. Nada lo iba a frenar, ni siquiera una dulce chica que vivía de las apariencias, pero tuvo que hacerlo al ver a Jeongkook besarla y abrazarla cariñosamente.

— ¿Namjoon? —no podía evitar que lo reconociera— ¡Qué milagro verte! ¿Qué te trae por aquí?

Jeongkook se aproximó, y él podía ver que Charlie entrelazaba su mano con la de su amigo.

— Sí, ¿Verdad? —le parecía un poco incómoda la situación, más por lo que vio— Al parecer ya tienes novia.

Los escalofríos producidos por el enojo recorrían su espalda, el frío lo hacía temblar, pero la furia lo estaba sobre llevando. No soportaba la idea de que esa despreciable chica estuviera en una relación con Jeongkook, y detestaba pensar que ella misma estuviera jugando con él, y quién sabe con cuántos más.

— ¡Sí, ella es Charlie! —le sonrió a la chica y ella hizo lo mismo— ¡Y él, es mi amigo, Namjoon!

Charlie se inclinó para saludarlo, forzosamente él hizo lo mismo, pero no le complacía tener que hacerlo ante ella. El odio que había nacido por sus actos disminuía en cuanto más la observaba, y es que le parecía increíble que una mujer tan dulce, como se mostraba Charlie, fuera capaz de hacerle una bajeza a su mejor amiga, no sentía las malas vibras, no podía estar seguro de lo que se hablaba de ella, al contrario, parecía una chica entregada con las personas que quiere, podía notarlo con Jeongkook, se le dificultaba más creer que Charlie fuera una calaña.