—Estoy lista, ¿nos vamos? —Hablé saliendo del baño portando un vestido color blanco donde la falda asemejaba a una de ballet, por la forma y por el material.
Noche previa a Halloween y nuestros mejores amigos que al fin se habían animado a casarse hace unos meses (en realidad no sé porque digo "al fin" si Bill y yo llevamos más juntos y simplemente no se ve ninguna intención de llevar más allá nuestra relación) decidieron hacer una pequeña –gran– fiesta para mostrarnos su nueva vivienda.
—Sí, es hora de marcharnos, no queremos que Rory enloquezca y comience a llamar cada cinco minutos.
Aunque su tono había sido gracioso (considerando que nuestra mejor amiga tenía tendencia a ser paranoica), algo me pareció extraño, tal vez era mi imaginación pero ese pensamiento no desapareció de mi mente cuando después de tomar mi bolso y mi antifaz quise tomar su mano, quedando con la mía al aire porque él había salido de la habitación sin siquiera inmutarse que ahí estaba yo, inmóvil y tratando de alejar todos los pensamientos de mi mente.
[...]
—Llegamos.
Sus palabras fueron lo que me sacaron de mi trance (o tal vez disminuyeron lo concentrada que estaba por evitar pensar en lo que estaba pasando en ese momento entre nosotros). Asentí, no dije nada y sin siquiera pensar en que aún veníamos en compañía del otro, ambos nos adentramos a la fiesta.
[...]
—Blake, una disculpa, ¿has visto a Bill? —El rubio negó aunque a estas altura su nivel de ebriedad rebasaba los límites y comenzaba a dudar que la información que me pudiera brindar tuviera algo de verdad.
Decidí no insistir con él acerca de mi búsqueda y supe que lo mejor era seguir por mi cuenta propia hasta dar con el paradero de mi novio entre toda esta gran multitud de gente que desbordaba el interior de la casa. Caminé, cubriéndome la cara con ambos antebrazos para evitar algún golpe y justo cuando estaba por llegar a las escaleras, lo ví, quisiera decir que estaba solo y ebrio (o tal vez solo ebrio en el mejor de los casos) pero mi vista se centró en la pelirroja que estaba debajo de su cuerpo y aferrándose a sus hombros mientras lo besaba.
Me quedé estática, como si fuera una roca a nada de romper el delgado sueño que estaba debajo suyo. Ahora todo tenía sentido, las llamadas de números desconocidos, el nerviosismo cada que tomaba su móvil para buscar algo sólo porque no sabía donde había dejado el mío o las veces que me dijo que vendría a visitar a Blake por sus noches de chicos. Yo lo sabia, tal vez desde hace mucho más de lo que me hubiese gustado admitir porque, siempre me había mantenido callada pero en la vida había estado ciega, ¿o si? ¿El amor me había cegado cómo para omitir todas las señales de alerta? O tal vez, solamente me había aferrado a la idea de que él era mi final feliz, tonta yo.
Con el poco valor que el alcohol me había dado y la nitidez del momento, me acerqué, haciendo notar mi presencia ante ellos. Se separaron, Bill relamió sus labios y mirándome con descaro quiso hablar, cosa que impedí.
—No quiero excusas baratas, aunque conociéndote sé que no es lo que me darás —Él asintió mientras yo buscaba mantenerme serena —Verte en este momento no me deja claro sí eres un simple borracho lleno de cinismo o en realidad nunca tuviste decencia alguna.
Bill se encogió de hombros, mostrando su total indiferencia y supe que era mi momento, ambos podíamos jugar a esto.
—Podría decirte tantas cosas pero no me sirve desperdiciar mis palabras contigo —Lo miré, de arriba a bajo y haciendo una notable mueca de desprecio —Solo quiero decirte que ojalá algún día te den por el culo la patada de la vida y ahí entiendas que nunca más me vas a encontrar, no en ella —Señalé a la chica sin siquiera mirarla —No en nadie más y te vas a cagar, Bill, te vas a morir porque me vas a buscar en cada puto beso, cada caricia y en cada momento que pase, vas a querer regresar a mí.
Esta vez finalmente se atrevió a interrumpirme, con una descarada carcajada y acercando su rostro al mío.
—No confundas las cosas, preciosa —Su aliento apestaba a alcohol y por alguna razón, esta vez me repugnó —Tú, Eva, eres la que vas a volver a mí, siempre lo haces, siempre lo has hecho y siempre lo harás.
Esta vez, con la debilidad de mis brazos, lo empujé para alejarlo de mí. Acto seguido, le devolví aquella cínica carcajada y negué metiendo las manos en las bolsas de mi abrigo.
—No, amor, si llegara a volver por ti solamente sería para demostrarte que tengo razón y para que veas lo mucho que vas a extrañarme pero —Me encogí de hombros —Les deseo la mejor de las suertes y que ojalá, ella pueda llenar el vacío de un hombre como tú.
No dije más, me di media vuelta y mientras mis pasos me llevaban a la salida de la casa, mis ojos se llenaban y desbordaban lágrimas sin parar. Finalmente me sentía libre, había hablado y por fin, había entendido que para amores a medias, uno viviría mejor solo. Hoy dejaba de vivir por Bill, por nosotros, hoy finalmente comenzaba a vivir por mí.
»🍌»
Dedicated to:
DeJk97zzz
Yo quiero disculparme enormemente por el tiempo que me desaparezco, simplemente a veces la cabeza no me daba.
Un poco tarde la temática de la fiesta de Halloween pero espero lo disfruten, principalmente la protagonista de este triste relato, ¡nos estamos leyendo!
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One shoots [2]
FanfictionEl pαse α lα felicidαd o lαs lágrimαs, dependiendo de lo que decidαs pedir en lα tαndα correspondiente. [Lugar #3 en one shoots el 24/12/18]