#11 |• EL CHICO DE CABELLO RUBIO Y OJOS VERDES •|

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#11 EL CHICO DE CABELLO RUBIO Y OJOS VERDES








—¡Ahhhhhhh!



Estaba tan concentrado en la cena que al escuchar el grito de ella se me olvidó que tenía la licuadora en una mano y en la otra el sartén y al soltarlos se hizo un lío y yo terminé en el suelo bañado en salsa.

Me pare con rapidez y salí corriendo hacia donde había escuchado el grito y justo en jardín se encontraba ella; mi pequeña chica rubia de ojos azules con algo en las malos.



—¿Mi vida que tienes? ¿Te paso algo? —comencé a inspeccionarla y no había rastro de algún accidente, segundos después escuché su carcajada.



Ella no paraba de reír, incluso podía jurar que su risa transpasaba a la casa de los vecinos, ella era tan adorable.



—¿De que te ríes Luce? —me separé de ella y use mi postura de hombre temible.

—De nada papi —ella volvió a reír negando con la cabeza —. Es que te vez demasiado chistoso con esa salsa de tomate en el rostro.

—¿Jovencita te burlas de tu padre? —le pregunté serio o lo que ella asintió tomándose de la panza y riendo —Vaya, vaya, al menos sabes que si estoy así fue por tu grito. Me asustaste demasiado Lucecita.

—Lo siento papi es qué quería mostrarte que encontré el príncipe correcto —sonrió y se dio la vuelta.

—¿Cómo que el príncipe?.



No entendía de que hablaba hasta que vino hacia mí con un sapo entre las manos.



—Pero qué... —iba a maldecir pero me callé al instante.

—¡Papi! Se que es el príncipe correcto, solo falta que reciba el beso de la princesa para que se transforme en un bello príncipe.

—Luce...

—Papi ¿verdad que le darás un beso a este sapo para que sea mi príncipe?

—¡¿Qué?! ¿Que yo bese el sapo? —Le pregunté incrédulo, eso jamás lo haría.

—¡Siiiii! —dijo dando brinquitos —. Eso dice el cuento que me leíste ayer ¿lo besaras para mí papi?



Ella extendió el sapo hacia mí para que lo besara, pero eso jamás lo haría. Me negaba a hacerlo.




—Lucecita no puedo y menos porque yo no soy una princesa en todo caso sería un príncipe, un guapo príncipe y el más guapo de todos.

—Pero papi, lo haría yo misma pero no puedo hacerlo lo recuerdas, no puedo poner cualquier cosa en mi boca; ¿verdad que si lo harás?.

—Luce...

—Siiiii —ella puso la mirada más tierna del mundo, sus ojos azules enormes me enamoraban y hacían que no pudiera negar.

—Bien cariño, lo haré pero ninguna palabra de esto a nadie ok.

—Ok papi.



Luce volvió a acercarme el sapo, me aguanté el asco y en un moviendo rápido me acerqué y lo besé. Justo en ese momento sentí la luz de un flash chocar contra mi cara, giré mi rostro y vi a mi peor pesadilla frente a mi.



—¡Jajajaja! Está será la mejor nota de mi vida lo juro —dijo mientras sostenía la cámara entre sus manos. —Ya veo la nota, "André Prince el guapo publicista besando a un feo sapo".

Nunca sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora