#21 |• AZUL GILBERT •|

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Capítulo #21








—Soy Azul Gilbert, soy Azul Gilbert. ¡YO SOY AZUL GILBERT! —grité a todo pulmón, hasta que las fuerzas se me acabaron.

Era para recordar quién era, grité para no olvidar que Azul aún estaba viva y que necesita sanar.

Cuando las fuerzas se me acabaron me dejé caer en la fría arena, dolía demasiado pero al mismo tiempo sentía que una parte de mi podía respirar tranquilamente. La culpa seguía por lo que le había dicho, pero... Pero yo estaba arrepentida de lo que le había dicho, yo lo lamentaba y no solo lo había lastimado a él sino también a mí.

Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas y mis sollozos cada vez se hicieron más fuertes, como si yo estuviera reviviendo aquellos momentos que me marcaron para toda la vida.

La oscuridad me cubría y lo único que se podía escuchar eran las olas del mar y mi llanto, no sabía que tanto había llorado o que tanto tiempo había pasado en la playa, solo sentí que alguien tocó mi hombro y al girarme me encontré con Owen.

—Estoy aquí Victoria, ¿Y tu estás lista? —su voz calmada y pacífica hizo que el sentimiento regresara y volviera a llorar. —Tranquila, todo va a estar bien y yo te entiendo.

Owen me abrazó y ese abrazo se sintió como un salvavidas en medio de un mar, Owen siempre lograba ayudarme y de alguna manera siempre me había ayuda a seguir con mi vida.

—Estoy lista Owen y ya no me llames Victoria, yo soy Azul —en la última palabra mi voz se quebró, dolía tanto ese nombre como no tenían idea.

—¿Quieres que vayamos a otro lado?

—No, aquí es perfecto.

Fijé mi vista hacia el frente y me perdí en la inmensidad del mar.

—Comencemos —solo dijo una palabra y yo sabía que significaba eso.

—Yo me enamoré como no tienes idea de él, lo amé demasiado Owen y ese amor me destruyó por completo. Creí que mi historia amor sería como en las películas, creí que podíamos tener el felices para siempre pero no fue así y... —detuve mis palabras y comencé a llorar— Él me falló Owen, me falló demasiado y siento que no puedo perdonarlo y ni siquiera puedo llamarlo por su nombre por qué duele.

El sentimiento se acumuló en mi garganta y cada vez los sollozos se hacían más fuertes.

—Tranquila, respira profundamente y sigue hablando. Sácalo Azul, sácalo por completo. —puso su mano en mi espalda y con unos movimientos me alentó a hablar.

—Quería vengarme de él, por años planeé cada detalle pensando lo que sufriría pero hace unas horas que lo vi sufrir, lo vi roto y destruido pero no se sintió como imaginaba. Yo... Yo me sentí culpable y mal por mentirle, me siento mal Owen porque la Azul de antes no lo hubiera hecho. —me giré y lo vi a los ojos— Ella eran tan diferente a la que está frente a ti, ella soñaba, ella reía, ella hacía lo que se le daba la gana, ella no mentía y lo más importante, Azul era feliz. Azul era muy feliz antes y después de que él apareciera.

—¿Crees que si él no hubiera aparecido en tu vida tú serías feliz? ¿Crees que la presencia de él solo te trajo tristeza?.

Ante su pregunta yo negué con la cabeza

—No y no, él me trajo felicidad pero una felicidad que me costó muy caro. Si él no hubiera aparecido en mi vida mis hijas no existirían Owen y eso es lo único bueno que quedó de nuestra relación, de nosotros.

—Si pudieras cambiar la presencia de él en tu vida ¿Lo harías? ¿Lo sacarías de tu vida?.

La pregunta de Owen me dejó en que pensar, pero no era necesario hacerlo ya que sabía perfectamente la respuesta.

Nunca sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora