#3 |• UN BELLO ÁNGEL •|

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#3 |• Un bello ángel •|


No eh podido dejar de observarla, es tan hermosa, tan inocente, está tan feliz, que su sola felicidad hace que mis heridas dejen de doler.

Ella se pasea de un lado a otro acompañada de un pequeño perrito. Con cada brinco que da una sonrisa chillona y dulce resuenan, sus rizos negros cuelgan por su espalda y entre más corre, su melena se vuelve más voluminosa.
Su piel blanca hace que el color verde de sus ojos resalté mucho más, su sonrisa jamás se borra hasta que de repente cae de rodillas y esa sonrisa se transforma en llanto.

—¡Mami! —la pequeña chilla mientras se encuentra de rodillas. —¡Mami ven, mamita ven!.

Me pongo de pie de inmediato con el corazón desesperado, estoy por dar un paso pero me detengo al ver aquella escena.

La mujer corre desesperada hasta donde está la pequeña y la estrecha entre sus brazos.

—¿Amor qué pasa?.

—Mami me duele mucho, me duele mucho. —La pequeña se vuelve a quejar entre el llanto y mi corazón se estruja al verla. —Por favor que ya no duela.

—Muy bien cariño, dejará de doler. Lo prometo, —ella toma las rodillas de su hija y le sonríe. —Diré las palabras mágicas y les daré el beso mágico de mamá, con el cuál se cura cualquier herida. Sana sana colita de rana, si no sana hoy sanaras mañana.

Ella besa sus rodillas y la pequeña sonríe, acto seguido la abraza. Abraza a su madre, a su madre.

—¡Gracias mami ya no me duele!.

—De nada amor, ahora si hay que irnos Solecito.

La mujer toma en brazos a su hija y se van. A lo lejos puedo sentir la mirada de la pequeña sobre mi, desvío la mirada mientras un par de lágrimas ruedan por mis mejillas.

Limpio mis lágrimas inmediatamente cuando siento que alguien se sienta a mi lado.

—Es muy hermosa. —Dijo Liana.

—Lo es.

—Vic... Yo... Sabes que... -Ella ni siquiera puede hablar, solo toma mi mano y la estrecha.

—Lia tranquila estoy bien, estoy feliz —un par de lágrimas se vuelven a escapar de mi ojos pero así mismo las limpió. —Soy feliz aunque no lo parezca.

—Sabes que te admiró demasiado amiga, yo no sé si hubiera sobrevivido a todo lo que te pasó y ella... —No la dejó terminar y la interrumpo.

—Por favor no, Liana no quiero hablar de eso además se hace tarde para mi trabajo así que nos vemos. —Le doy un beso en la mejilla antes de irme.

—Nos vemos. —Se despide.

Salgo corriendo para evitar que las preguntas regresen. Que la culpa me invada.
Duele demasiado y cada vez la herida se hace más profunda, cada vez sangra mucho más.

Llegó a la prepa a tiempo para mi clase. Estar en este lugar hace que los recuerdos permanezcan intactos, al principio pensé que no podría ni siquiera poner un pie aquí. Pero gracias a Owen y a sus terapias pude regresar, y no solo eso; pude conseguir un trabajo aquí.

Caminó más de prisa y me apresuró a mi salón de clases, veo la hora en mi reloj y estoy llegando justo a tiempo. Las 9:15 am, inicio de mi clase de literatura.
Al entrar veo que algunos alumnos ya se encuentran en su lugar, les doy los buenos días y ellos responden de igual manera con una sonrisa. Tomo mi lugar y segundos después el salón se llena, estamos a inicio del año escolar y hoy será un gran año.

Nunca sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora