#18 |• UNA BELLA FAMILIA •|

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Capítulo #18







ALEX





La casa está en completo silencio, un silencio que a veces suele ser abrumador y que muchas veces te recuerda lo solo que puedes llegar a estar. Le doy un trago a mi vaso y veo que está vacío, estiró mi mano hacia la botella y hecho su contenido en el vaso. Vuelvo a dar otro sorbo y esta vez el la bebida quema mi garganta, cierro los ojos y mi mano izquierda se aferra aquella foto que yace en ella.

No hace falta verla otra vez, esa imagen se ha tatuado en mi mente y apesar de tener los ojos cerrados se sigue reproduciendo en mi cabeza como una película.

Ella estaba embarazada, ella estaba embarazada repito en mi mente. Levantó el vaso para darle otro trago pero alguien detiene mi mano.

—Amorcito puedes dejar de beber —Bel me arrebata el vaso que tengo entre las manos—. Ya es suficiente.

—Bel de vuélveme el vaso —digo en un susurro.

Ella no sabe lo que paso, y tampoco que en este momento es lo que más necesito.

—Alex apenas son las 8 de la mañana y ya estás bebiendo, estás así desde antier que llegue y tú no eres así. —ella trata de acercarse y en un movimiento rápido le quitó el vaso— ¡Alex! —exclama molesta.

—Solo es un trago Bel, solo es un trago.

—No es solo un trago Alex, olvidas lo mal que la pasaste antes por culpa del alcohol —ella me mira y me extiende la mano como si con eso yo fuera a entregarle el vaso—. Llevas prácticamente 2 días bebiendo y tu estado me preocupa, se supone que habías dejado la bebida.

—¡Es solo un maldito trago Bel! —me saca de quicio y termino lanzando el vaso al piso— ¡Ahora estás contenta!.

—No lo  estoy Alex, solo quiero que dejes de beber.

Quizás esté viviendo un dejá vü, Bel tratando de impedir que yo beba y yo haciendo lo contrario. Bel tomó la botella y lo que trama ya me lo se así que terminó arrebatandole la botella.

—Alex dame la botella —exige—. Alex dame la maldita botella ahora.

—Vete —le digo de forma tranquila mientras tomo otro vaso.

—Alex por favor dame la botella y detente.

—¡Déjame en paz Bel! —le grito y eso hace que retroceda— Solo déjame en paz ok.

—Realmente me preocupas Alex, eres mi amigo y me estás preocupando.

—Vete, solo vete y déjame solo.

Me doy la vuelta y llevo el vaso nuevamente a mi boca, dándole un trago más grande. La foto sigue en mi mano y yo me aferró a ella.
No me doy cuenta cuando Bel abandona la casa, solo escuchó el golpe de la puerta y eso me avisa que estoy nuevamente solo.



—¡Alex! ¡Cariño puedes ayudarme!.

Estoy del otro lado de la casa arreglando unas maderas cuando escucho el grito de ella, dejo todo y salgo corriendo de inmediato. Mi velocidad es fenomenal y llegó a la cocina en pocos minutos, el corazón me late muy de prisa y la respiración la tengo acelerada.

—¿Que pasa mocosa? —pregunto con la voz agitada— ¡No me digas que ya!.

Ella al ver mi estado comienza a reír como loca, me quiero enojar con ella pero me es imposible. Se ve tan adorable, tierna y hermosa que lo único que hago es observarla como un tonto.

Nunca sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora