#14 |• LOS OYUELOS DE MIKE •|

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Capítulo#14




AZUL

¿Papi y mami?...

Eso era lo único que hacía eco en mi cabeza, la pequeña niña rubia que teníamos frente a nosotros nos había llamado papi y mami. Esas dos palabras que lograron dañarme en lo más profundo de mi corazón, el desprecio que había hecho a un lado para venir aquí había regresado de pronto, con tan solo escuchar esas palabras.

Esas palabras que mis bebés jamás pronunciarían para mí, esas palabras que le dirían a otra persona por la culpa del hombre que hasta hace unos segundos lo tenía abrazado. ¿Cómo me había atrevido a semejante cosa? ¿Por qué le había permitido tocarme después de todo lo que me había hecho?.

Una vez había prometido vengarme, había prometido no volver a mencionar su nombre hasta que mi deseo de venganza fuera saciada, me había prometido no volver a tocarlo como la antigua Azul lo hubiera hecho y fallé. Y que más me dolió fue que estaba equivocada, Azul no había muerto y hoy había amenazado con salir a la superficie; y eso no podía permitirlo.

Mire a la niña y ella nos miró con una sonrisa en su rostro, ella extendió sus brazos hacia nosotros como si en verdad nos conociera. Ella volvió a abrir su pequeñita boca para decir algo, pero el grito de alguien más llamó su atención.

-¡Cariño! -dijo una voz que conocía perfectamente- Al fin te encuentro ¿Dónde te has metido?.

Era ella, sabía que era ella sin ni siquiera verla a la cara. Despegue mi vista de la niña y vi como mi ex amiga, la chica que más daño me hizo y que me destruyó por completo se posicionó al lado de la niña.

-¿Romina? -habló él a mi lado lleno de sorpresa- ¿Tu y ella? ¿Quién es ella?.

-Yo soy... -la niña iba a hablar pero mi ex amiga le tapo la boca.

-Azul... -sus ojos se clavaron en mí, parecía como si acabará de ver un fantasma- Azul, eres tú.

No le respondí nada y ella no despegó sus ojos de mi.

-¿Romina que haces aquí? ¿Y ella...? -él no pudo terminar la frase porque de pronto se produjo un silencio y sentí sus ojos sobre mi.

Nuevamente estaba reviviendo aquel momento, aquél momento en el que él la había elegido a ella. Aquel momento en el que me destruyó la vida, en el que ambos me destruyeron. ¿Por qué nuevamente tenía que vivirlo? ¿Por qué?.

Romina al ver qué la miraba con desprecio cambio su cara, y cuando volví a fijar mi vista en la niña la jalo para su lado como si temiera algo.

-Mira.... -la niña volvió a hablar pero ella volvió a taparle la boca.

-No cariño. -le respondió como si supiera la respuesta de lo que le iba a preguntar- Tu papá debe de estar muy preocupado por ti y además tu papá es muy tonto y en cualquier momento se puede perder así que tenemos que ir con él para que no se pierda ok.

-Pero... -nos volteó a ver la pequeña y no señaló.

-Luci por favor -miró a la niña y está asintió- Okay entonces ve con tu papá que tenemos que encontrarlo ok.

-Okay pero puedo despedirme.

Romina al escucharla se quedó en silencio y tomó a la niña de la mano.

-Es la hija de un buen amigo, así que vamos tarde y yo... -ella no sabía que decir y las se le atoraron en la garganta- Tenemos que irnos, me dio mucho gusto verlos Azul y Alex.

Se dio la vuelta con la niña tomada de su mano la cual no dejaba de vernos.

-Romina espera -habló él como si yo no estuviera presente y no existiera.

Nunca sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora