Taehyung Marcini abrió sus ojos de golpe cuando escuchó un fuerte azote cerca suyo.
—¡¿Qué?! — fue lo primero que salió de sus labios, con el corazón en la palma de su mano por la fuerza con la que éste latía.
—Joven Marcini, ¿estaba dormido?
Miró su alrededor y de inmediato recordó dónde estaba.
—N–No, señor Tagarelli... — el adulto, de pie frente a él, volvió a azotar su regla de madera donde antes su cabeza reposaba, en su escritorio con varios libros esparcidos sobre él —. ¡S-Sí! Perdón... No pude dormir anoche.
—Las palmas.
El adolescente se quiso negar, no quería.
—¿Acaso quiere que le dé en la boca por mentirme así? Y siéntese derecho.
Con un sollozo oculto, extendió sus manos y mostró sus palmas, mismas que fueron azotadas con fiereza casi de inmediato. Adquirieron un color rojizo y casi soltó un fuerte llanto cuando otro golpe fue exclusivamente a su mano izquierda, después otro más.
Eso lo hacían para que ni siquiera se le ocurriera escribir con esa mano.
—De acuerdo, volvamos al tema de la oferta y demanda, ¿cómo aplicaría lo aprendido en su trabajo? La producción de uvas es...
Taehyung Marcini, de apenas quince años, miró a su maestro con cansancio en su máximo esplendor. Su espalda dolía, su mano izquierda lloraría en cualquier momento por la cantidad de golpes que ha recibido, sus hombros tensos solo buscan la comodidad de su cama y sus piernas claman un respiro de los pellizcos que reparte cuando quiere decir algo, pero no tiene la osadía para hacerlo.
No hace mucho comenzó a trabajar en el viñedo, era difícil, muy difícil.
Sus maestros pasaron de estar un par de horas en casa a casi vivir con él para que puedan transmitirle todos sus conocimientos con prisa, aún se siente extraño el parpadeo de vida que hizo de su infancia a su adolescencia, sus manos están vacías y sus brazos no rodean más que su almohada favorita mientras solloza en la penumbra de su habitación.
Por qué le tocó esta vida.
Por qué le tocó vivir.
—Joven Marcini, ¿se está volviendo a dormir?
Taehyung negó con rapidez, sin alzar la mirada de los libros que ni siquiera estaba leyendo.
—A mí me parece que sí. — Dijo el adulto, volviendo a tomar su regla.
—P–Perdón... Estoy muy cansado — le fue inevitable no inundar sus ojos claros de lágrimas —. ¿Podemos tomarnos un descanso...?
—Me es indiferente su cansancio, joven Marcini. Así como no me importa si su cuerpo se deshace, al resto del mercado tampoco le va a interesar.
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Bella Mujer. | kth | jjk |
FanfictionChi è quella bella donna? | ❝¿Quién es esa bella mujer?❞ El amor es engañoso, fantasioso y manipulador. En un pequeño establo de madera en pueblo de la ciudad de Firenze, un hombre el cual oculta su rostro bajo un velo, es conocido por retratar la b...