tredici

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—¿Crees que alguien pueda vernos desde aquí?

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—¿Crees que alguien pueda vernos desde aquí?

Dos jóvenes adolescentes cruzaban todo un campo de trigo con el objetivo de esconderse, podían saborear el miedo en sus bocas, pero el deseo de estar juntos por unos minutos era más grande que ellos mismos.

—No, Koo — el pelinegro asintió, confiando en las palabras del contrario, aunque sin poder evitar mostrar su nerviosismo cuando sus manos temblaron a más no poder —. Deja de moverte, tus padres saben que estás conmigo y ellos me aman, no sospecharán de nada.

—Pero creo que esto está mal... — murmuró por lo bajo —. Quiero irme.

—Prometiste qué harías esto por mí, ¿acaso ya no me amas?

—¡Jimin, sí te amo!

El joven sonrió, dejando ver sus abultadas mejillas mientras su ego era alimentado por un ingenuo de no más trece años, una pequeña cosa manipulable que siempre estará dispuesto a hacer lo que sea por él y, saber que tiene a aquel niño en la palma de su mano, le fascinaba en demasía.

—Cierra la boca que quiero probarte.

Jungkook cerró sus ojos con rapidez cuando sintió el tibio tacto en sus labios, un poco brusco a como estaba acostumbrado. Empuñó sus manos al lado de su cuerpo para mantenerse callado, no quería que el mayor le volviera a reclamar por algo que él también debía de disfrutar, ¡sí lo hacía!

Solo que, a veces, deseaba ser tratado con más delicadeza.

Su espalda chocó con la dura tierra del suelo cuando el contrario recargó su peso sobre él apropósito, se separaron por un momento en el que intentó tomar aire, le vio acomodar algunos mechones rubios de su rostro y volvió a atacar, esta vez, un par de traviesas manos acariciaban su cintura en lentos movimientos.

Ese era su día a día, mentirle a su familia, escabullirse detrás de un pastizal y besarse hasta que el aire del mundo les pareciera poco.

No se quejaba porque Jimin le hacía olvidarse de todo lo malo, aunque ellos eran el mal. Sin responsabilidades cerca, pensamientos que obligaban a sus lágrimas salir y soledad de su hogar, todo parecía tan irreal cuando estaba junto al rubio.

Cerró sus ojos queriendo disfrutar el momento, una ventisca gélida hizo enterrar sus uñas en la piel contraria, incluso si lo único que los separaba era la ropa. La tierra empezó a sentirse húmeda y, de pronto, tuvo la sensación de estar completamente sumergido en el agua.

Quiso abrir sus ojos cuando la sensación de ahogamiento estaba volviéndose insoportable, pero su boca al igual que todo su cuerpo eran apresados en fuertes brazos calientes, casi al punto de quemarle un simple roce. Abrió sus ojos totalmente aterrado y se encontró con otros ojos distintos.

¿Por qué Taehyung estaba allí? ¿A dónde fue Jimin?

El cielo se oscureció, dejando a la vista lo que parecía ser una próxima tormenta. El agua que les rodeaba ascendió hasta llegar a ocultar gran parte de ellos, también se tiñó de rojo cuando las heridas en su piel empezaron a aparecer una tras otra, manchando su ropa y la del contrario, quien le soltó después de un par de golpes débiles en su pecho.

Bella Mujer. | kth | jjk |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora