trentasette

7.3K 1.2K 757
                                    


—Niño Jungkook, venga, por favor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Niño Jungkook, venga, por favor.

Jungkook Rossi alzó su mirada, sus grandes ojos se despegaron del dibujo que estaba haciendo para ver a una sirvienta frente a él, quien lo miraba con una sonrisa dulce a la espera que la siga.

Él, en silencio, hizo lo acatado y rápidamente, su mano fue tomada por la joven muchacha para caminar juntos, así como le gustaba y como cada persona en esa casa le cumplían cada capricho que tenía.

El pasillo estaba en silencio y nada se escuchaba de las habitaciones adyacentes a la suya, en la residencia Rossi, el silencio era un común denominador la mayoría de los días, ya sea por lo ocupado que estaba su padre o las tareas que debía hacer su madre, por las clases a puertas cerradas que recibía su hermana o los juegos privados que solo se lo permitían. No le incomodaba, en realidad y aunque no lo sabía, era ese tipo de silencio que denota la paz en la que vives y que pronto vas a extrañar.

—¡Jimin! — fue lo primero que dijo cuando llegaron al jardín trasero, estaba extasiado por ver a su mejor amigo en casa.

—Hola, Koo.

Soltó el agarre de la joven y saltó de inmediato a los brazos del rubio que, si bien la estatura y la diferencia de edad era notoria en muchos aspectos, lo demás no podían ver más que a dos niños siendo felices cuando estaban juntos.

—¿Me extrañaste?

—¡Mucho! — exclamó, con sus labios abultados y una mirada acusatoria —. ¡No nos hemos visto en...! ¡En... muchas lunas!

—Solo han pasado dos días, Koo.

—Es mucho tempo, igual.

Jimin sonrió, muy débilmente para el gusto de Jungkook, quien se le quedó viendo con intriga un par de segundos, antes de que éste sacudiera sus hombros, como si con eso fuese a alejar todo lo que pesa sobre su espalda.

—¿Tus padres están en casa?

—Uh, creo que no.

—Bien.

Sin más que decir, ambos niños empezaron a caminar por el jardín con las manos entrelazadas. Jungkook no abría la boca nada más que para contarle a su amigo las grandes aventuras que le han pasado desde la última vez que lo vio – con un poco de dificultad aún para pronunciar bien ciertas palabras–, algunas más imaginativas y exageradas que otras, como cuenta que tuvo que cruzar un inmenso río con una fuerte corriente para tener algo de alimento cuando solo se estaba arrastrando por el piso alfombrado de la residencia para llegar a la cocina en la noche. Mientras, Jimin se dedicaba a escuchar a la par que veía el suelo en busca de piedras llamativas ante sus ojos.

Eran amigos y, hasta ahora, Jungkook Rossi no recuerda cómo su amistad floreció hasta algo más que terminó por marchitar su corazón por completo.

Lo había escuchado de vez en cuando, muy vagamente en clases porque no hay nada estipulado aún para lo que, él cree, que le pasa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 15 hours ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Bella Mujer. | kth | jjk |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora