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*Capítulo reescrito*

—Perdón ayer estaba tan cansada que olvidé llamarlos —Le dije a mi madre por el teléfono.

—Esta bien nena, ¿como fue tu primer día ahí? —Pregunto mi papá.

—Normal papá, conocí a dos personas

—Que bueno Dess —Dijo Joseph mientras se comía un pan.

—Bien familia los amo, pero tengo clase en menos de 20 minutos, los llamare luego  —Dije mientras hacía un gesto de despedida con mi mano, ellos lo imitaron y colgué la llamada.

Empecé a recoger los libros para mi siguiente clase, ayer llegué al cuarto casi a la madrugada, me perdí un poco pero llegué viva. No sé a qué hora llego Naya pero ahora estába frente al espejo arreglandose el cabello.

—Lamento lo que paso ayer con el idiota de Ross —Dijo apenada.

—Esta bien Naya, no es tu culpa que sea un idiota —Respondí y ambas reímos.

Termine de recoger mis libros y le avise a Naya que ya me iba, ella insistió en que esperara hasta que Will llegara para irnos juntos pero no quería causar algo como lo de ayer así que me fui sola.

Llevaba uno de mis libros en una mano y sostenía el teléfono con la otra.

Antes de que pudiera atravesar las puertas de la residencia, otro imbecil volvió a chocar conmigo.

Levante la cabeza y ¡poom! La misma cabeza castaña con la que choqué cuando llegué, y el mismo idiota que fue grosero ayer.

—Si chocas conmigo una vez mas te romperé la cara. —Dije mientras me ponía de pie.

—¿Crees que lo estoy haciendo a propósito? —Preguntó él mientras también se ponía de pie.

Me agache a recoger mi libro. —Creo que quieres llamar mi atención. —Respondí sacudiendo mi manos.

El se burlo de mis palabras y me miró como si yo fuera muy pequeña o él fuera muy grande.

—No necesito chocarme contigo para llamar tu atención. —Dijo mientras me daba una mirada capaz de congelar a alguien.

—Calma, si yo fuera tú, también buscaría llamar mi atención.  —Le di un golpecito en el hombro y seguí mi camino.

Por suerte llegue a mi clase a tiempo pero me sorprendió ver a Sue en una de las sillas, por lo que entendí ella era un año mayor que yo.

Durante las clases no hice más que presentarme, escuchar y tomar apuntes.

Cuando las clases terminaron me dirigí a la residencia para descansar un poco. Entré a la habitación y vi a Naya recostada en su cama.

—Dess, ¿que tal tu primer día? —Preguntó mientras cambiaba de posición y se sentaba.

—No estuvo mal —Tire mi mochila a un lado y me lancé a la cama.

No se como ni cuando pero me había quedado dormida.

Me di cuenta hasta que Naya empezó a moverme para despertarme.

—Will y yo vamos a ir al bar de la universidad ¿vienes? —Pregunto mientras se daba un último vistazo en el espejo.

—No creo que se conveniente, aparte estoy cansada, pero gracias por invitarme —Me senté en la cama y frote mis ojos.

Naya hizo un puchero y se acerco a mi. —Anda, ven con nosotros, así conocerás a más gente.

Reí ante su insistencia pero no pude decirle que no, Naya era muy persuasiva. Me puse de pie y busque un abrigo en mi armario, al final termine poniéndome una sudadera de mi hermano, era de Kill Bill, él siempre a sido un fan a muerte de Tarantino.

DESTRÚYEME | Jack RossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora