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Pasaron dos días desde que... bueno, desde que Jack y yo arreglamos las cosas.

Ese día Jack durmió en la residencia, casi a escondidas porque Chris no estuvo de acuerdo, al final no accedió pero para ese punto Jack ya estaba en la habitación.

En los dos siguientes días todo había ido todo casi normal (yo volví a quedarme en la residencia, aún no perdonaba del todo todo Jack), como si nada hubiera pasado. Solo que, algo si pasó, y ese algo se estaba quedando en mi habitación.

No me malentiendan, no tengo ningún problema con Jennifer, de hecho se ve que es alguien muy agradable.

Pero no soporto de la idea de compartir un espacio tan pequeño con alguien más, ya tengo suficiente con Naya, sus ronquidos, sus toneladas de ropa y maquillaje, una persona más significa menos espacio y eso no me agrada en absoluto.

Por lo que Chris me había dicho, no hay más habitaciones disponibles, era esto o que ella durmiera junto a las escobas, trapeadores y demás aparatos de limpieza.

Detesto esto pero no tanto como para dejar a alguien en esta situación.

¿Y si ese alguien es la ex de tu novio?

Sigue siendo igual, ella es su ex novia, si tuvieron o no problemas antes no es algo de mi incumbencia, es un pasado en el que yo no estuve, no me corresponde tomar decisiones en base a ello.

En fin, justo ahora me encuentro descansando en mi cama, las clases fueron muy pesada y decidí descansar del ballet hoy.

La habitación estaba en completa paz, hasta que un dúo de rubias escandalosas entraron por la puerta.

Si, Naya y Lana.

Estaban cuchicheando sobre quien sabe que cosas. Jennifer estaba sentada en la cama de Naya con una laptop en su regazo, y Jack me dijo que saldría con Will hace un rato.

─Iré a darme una ducha. ─La voz de Jennifer detuvo los murmullos de las rubias.

Ambas asintieron y ella salió hacia el baño.

¡Genial! Estoy sola con este par de locas que están obsesionadas con molestarme.

Traté de ignorarlas y abrí el libro que Sue me había prestado, "Orgullo y Prejuicio". Hasta ahora me está encantando.

Naya

Lana y yo teníamos como objetivo molestar a Desireé, para que el plan inicial de hacer que Jack y Jen vuelvan a estar juntos funcionará.

Pero esto estaba siendo más difícil de lo normal. Ella era tan egocéntrica que ni siquiera nos prestaba atención, así que hablamos un poco más fuerte.

─¿Crees que vuelvan a estar juntos? ─Preguntó Lana lo suficientemente alto para que ella escuchara.

Al girar a ver a Desireé, pude ver como una pequeña parte de su rostro se contraía, ¡estaba funcionando!

─No lo sé, pero espero que si ─Respondí con un tono aún más alto.

Como la pelinegra ni siquiera se movía un poco de su lugar, le hice una señal a Lana para que iniciara la siguiente etapa del plan.

Ella asintió y empezó a hablarle a Desireé.

─¡Oh, Desireé! Estabas aquí. ─Dijo Lana con un tono de falsa sorpresa.

Ella nisiquiera volteó a verla cuando habló. ─¡Oh por Dios, Lana! Acabas de descubrir que estoy en mi habitación, que inteligente eres. ─Dijo haciendo que Lana se irritara.

DESTRÚYEME | Jack RossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora