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Jungkook salió temprano al porche, y no tardó mucho en sentir el frío sobre su cuerpo.
Se abrazó, frotando sus brazos.
El vaho se hizo presente cuando soltó un suspiro.

Se estaba helando, pero la vista era hermosa.
Ayer en la noche, durante el festejo de fin de año, creyó sentir por primera vez lo que era el calor de un hogar.

No estaba diciendo que nunca lo sintió esas noches abrazado a su hermana mientras miraban a las demás familias festejar y lanzar los juegos pirotécnicos, simplemente él sintió esto distinto.
Cómodo, agradable, como un buen recuerdo.

Pero de aquello sólo había pasado poco menos de un año.
Y ahora estaba aquí.
De pedir comida sobrante en los restaurantes, a que le llegara fresca y directamente a la puerta de su casa.
De dormir en las calles a tener un sin fin de lugares en donde decidir quedarse.
De pasar frío, a poder cambiar la temperatura de la casa con tan sólo el toque de un botón.
De sentir la lluvia empaparlo por completo a tener a gente a su disposición para sostener un paraguas a su lado.
De ver llorar a su hermana de hambre, frío y miedo a sentir su sincera risa y verla rodeada de gente que la cuidaría mejor de lo que él podría haberlo hecho.
De pensar que ninguno de los dos llegaría a finalizar sus estudios, a estar a punto de terminarlos juntos.

Jungkook se quedó un rato ahí, sintiendo el frío. Recordando lo que eso era. Recordando la sensación. Para no olvidar que el mundo en el que vivió por tanto tiempo seguía ahí, pero ya no tenía que vivir en él. Podía elegir.
Cuando antes no le quedaba de otra más que adaptarse, ahora el podía elegir.

La puerta principal rechinó y miró hacia ella.
ㅡ Ahjumma.

Ella le sonrió, cerrando mejor su abrigo.
ㅡ Jungkook-ssi, Tae y tú nos dijeron ayer que estaban comprometidos. Está bien si quieres llamarme por mi nombre.

Jungkook se avergonzó un poco, pues ambos lo habían revelado durante la cena por estar un poco pasados de copas. Ni siquiera lo habían planeado.
ㅡ Sokhee... ㅡ susurró.

La mujer abultó levemente sus labios.
ㅡ Sigue sonandome formal, ¿no crees?

Al menor también se lo pareció, así que asintió.
Sokhee parecía seguir pensando de qué manera podría llamarla, cuando Jungkook habló primero.
ㅡ Mamá. ㅡ Kim lo miró con las cejas en alto ㅡ ¿Podría llamarla mamá? ㅡ preguntó con pena.

La señora Kim no tardó nada en sonreír.
ㅡ ¡En ese caso te llamaré hijo! ㅡ Pronunció con emoción.
Se acercó a Jungkook y abrió su gran abrigo para envolverlo junto a ella.
ㅡ Estás bien loco, hijo, ¿qué haces aquí fuera con este frío?

Los ojos de Jungkook estaban algo brillosos por el sentimiento que esto le dio. Se atrevió a recostar un poco su cuerpo sobre el de la mujer.
ㅡ Es que no siento frío aquí, mamá. ㅡ cerró sus ojos, dejando que una pequeña sonrisa saliera ㅡ Se siente bien aquí.

Sokhee rodeó sus hombros y llevó su mano a los cabellos de Jungkook, acariciándolo.
ㅡ Definitivamente estás loco. ㅡ finalizó, haciéndolo reír suavemente.
ㅡ Mi Taehyungie no hubiera venido aquí si no fuera por ti, te lo agradezco, hijo. Hacía tiempo no lo veía. Pero ahora que lo veo, sé que está siendo feliz.

Jungkook se sintió demasiado relajado ahí y asintió.
ㅡ Sólo quiero ser un buen esposo.

ㅡ Sólo quiero ser un buen esposo

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Blue & GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora