XV

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Lalisa se encontraba en la recepción del edificio, esperando a que algo pasase o que al menos le dijeran que hiciera algo, pero dada la situación, daba por seguro que podía retirarse a su casa.

La cosa es que no quería ir a casa.

Y no sabía que hacer.

Por ello, para matar a dos pájaros de un tiro, llamó a las chicas para una supuesta reunión de urgencia, así que a eso de las siete, estaría en alguna mesa, sentada y charlando con ellas.

En su espera, empezó a hablar con su fiel y querido amigo.

—JungKookie. — Canturreó.

—No quiero ganarme otra amonestación por tu culpa, ¿qué quieres?

—Eres mi única opción por ahora, si no quieres mi presencia, pues tendrás que soportarlo, muy en el fondo sabes que soy tu favorita.

El chico con rulos soltó un bufido, seguido de una sonrisa.

— ¿Que tal van las cosas, Lice? Hace tiempo que no hemos podido hablar como antes.

—Por eso estoy aquí y necesito un consejo... En realidad, son varias cosas que debo decirte.

Sus ojos se consiguieron y se mantuvieron en silencio.

Sabía que cuando Jeon hacía eso, era para poder saber cual es la gravedad de la situación y a comparación de JooHyun, Lalisa mostraba con facilidad sus sentimientos.

—Habla. — Dijo finalmente.

—Ya sabrás quien habrá llegado por todo el alboroto que hubo hace unos días. — Él asiente. —Acompañé a JooHyun a que hablara con ella antes de que susodicha persona viniera, en definitiva que las cosas están muy tensas. Ese día me pidió que la acompañara a casa y... — La sobresaliente personalidad de la tailandesa cambió repentinamente a la de una chica tímida que se cuestionaba y sobre pensaba todo, cosa que a JungKook le entristeció. No siempre podía tener un semblante de dureza, cuando internamente tenía uno de los corazones más puros que había conocido. —No sé que sentía, pero terminó tratandome de la manera en la que siempre he imaginado estando junto a ella, sin embargo, al día siguiente, volvió a ser la JooHyun conservada y enigmática.

Lalisa tomó un segundo para tomar aire.

Hasta ese momento, no se habia dado cuenta de lo agotada que estaba y que habían pasado muchas cosas en poco tiempo.

—Ese mismo día me llevó nuevamente a donde SeungWan y volvió con una sonrisa tan... — Lalisa también sonrió, demostrando impresión. —Extraña... Se había enterado que JooHyun estaba siendo una fuerte candidata para la presidencia y adivina que ofreció.

— ¿Qué?

—En una muestra de gratitud, le ofreció ayuda para conseguirlo. — Volvió a reír. —Me huele tan mal, además, Joo dijo que lo pensaría.

—Ehm... Muchísima información en muy poco tiempo pero... A ver, ¿por qué aceptaría su ayuda?

—Es lo mismo que me pregunto... Sé que no debería meterme en eso, al final son decisiones suyas, sin embargo, si acepta su ayuda, es luz verde para hacer lo que realmente pretende hacer.

JungKook asiente.

— ¿Qué piensas hacer?

—No tengo idea, tampoco es que pueda hacer mucho, quien sabe...

—Lalisa.

— ¿Si?

— ¿Te soy sincero o digo lo que quieres escuchar?

—No tengo alas a las que puedas cortar.

—Si te metes entre JooHyun y SeungWan, probablemente salgas perjudicada, además, Joo no te hará caso aún si la ayudas o tal vez si, pero ¿qué te lo asegura?, si en todo este tiempo se ha obligado a creer que la usarás como un juguete, ¿realmente es para ti? ¿Crees que eso es lo que mereces? No te quiero ver mal. — Escuchándolo de esa manera, tenía razón y le molestaba saber que era así. Siguió. —Pero... Sí quiero que SeungWan tenga su merecido, es increíble como es que su sonrisa convence a cualquiera.

—Jeon, agradezco tus palabras y lo pensaré pero ahora debo ver a las demás, por favor, ten un maldito día libre, necesito salir.

El chico sonrió con encanto y acercó su mano a la cabeza de Lalisa, revolviendo su cabello.

—Cuídate y te diré apenas sepa que día podemos salir.

—Vuelves a hacerme eso y habrá un hueco en el suelo esperando.

—No me molestaría, necesito descansar.

La tailandesa rodó sus ojos y se alejó de allí, dando una última despedida con el movimiento de su mano.

Por más que sabía su cruda realidad y de querer mostrar una imagen dura de si misma, algo en su interior se estillaba.

Estaba en un limbo de la cual ni ella misma sabía como salir porque ya no dependía de si.

Se venían días duros y ya empezaba a dudar sobre su estabilidad, si es que la tiene.

Se montó en el carro y tomó un largo respiro.

Esperaba que alguna de las chicas pudiese ayudarla, porque la tormenta en su mente iba en creces, cosa que quería evitar, pero que sin embargo, parecía estar decidido a arrasar lo que sea que se atravesase.

Tener cabeza fría era una gran virtud de Lalisa, pero justo en ese instante, estaba en un terreno desconocido, donde estaba involucrada la chica que hace días parecía necesitar de protección pero que al día siguiente, podía perder la sensibilidad.

Maldita seas, SeungWan y maldito hipotálamo.

Se apoyó en la cabecilla del asiento.

Las palabras de JiSoo no paraban de retumbar en su cabeza, torturándole y arrepintiéndose de no haber aprovechado aquél momento para olvidar por completo la esperanza de un amor. Pensaba que con la llegada de JooHyun a la empresa todo iba a mejorar.

Pero la realidad es que nunca mejoró.

Y no iba a mejorar.

Y seguramente todos iban a perder.

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Yo les dije fans míos, les dejaré un fin de semana sin actualización, pero dos jamás.
Realmente no he tenido mucha inspiración, pues la prueba para la universidad me está torturando sin piedad, pero pronto saldré de ello, así que espero recompensar el tiempo perdido de alguna manera.
Also, es una locura que esto ya tengo 2k leídas, se los digo que si 24/7 pero realmente gracias por estar aquí, no saben la motivación que me causa ver su apoyo.

Les amo. ♡

◇ Oh My God - Lisrene ◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora