HAZZA Ω / L.S

10. Peste

Peste

"Dolido, temple frío y asustado, solo cuento con tu alivio y calidez que me protege y es solo mía"

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Las cadenas del arnés chocaban causando eco en las grandes y frondosas montañas, el frío metal sujetaba la verja principal de la Aldea leí, otra vez se azotó contra la gran puerta de madera y el piso tembló causándoles miedo.

Un silencio mortal que se sentía como el último de su vida se escuchaba mientras las personas se aferraban con terror a su única defensa con armas y el resto escapaba por detrás de la verja principal, enviando a sus hijos mientras ellos se sacrificaron a para darles tiempo a sus niños de escapar.

La puerta fue azotada y las cadenas salieron disparadas al piso, la imponente figura de un enorme mongol se mostraba apenas entre la arena y el humo negro que se desprendía de atrás. Sus ojos tan amarillos que hicieron chillar a todos los demás betas que se encontraban sosteniendo las espadas para defender a su gente, ningún alfa se encontraba, ya que la mayoría se encontraba en el campamento u otros eran aún unos niños que corrían por la puerta trasera de la aldea lejos de la muerte.

El mongol soltó una risa exasperante levantando la espada alto, filosa y mortal dispuesta a quitarle la vida a aquellos desdichados frente a sus ojos, cuando un flechazo seco se clavó en su hombro desgarrando su carne y soltando un gruñido grave rompiendo la flecha de su hombro y observando con ira al causante.

Las personas temblantes regresaron su vista a su posible salvador, Richard Tomlinson se mantenía firme en la cima de la verja con su miraba fría y fija en los hombres frene a él, silbó con fuerza cuando una lluvia de flechas se clavaron en el piso haciendo retroceder a los intrusos hacia fuera.

El Capitán gritó llamándolos y apuntando a que los demás aldeanos escapasen por la puerta trasera.

Los hombres del capitán bajaron a tierra firme auxiliando a los demás aldeanos y otros formándose listos para atacar a los intrusos, Richard descendió en un salto levantando la tierra y sacando su espada lista para enfrentarse, mientras la aldea a sus espaldas era evacuada.

Los mongoles saltaron intentando interceptar al hombre mayor cuando sus hombres empezaron a avanzar, eran ágiles y sobre todo experimentados, Era la mejor tropa dirigida por el hombre más honorable, Un Tomlinson.

Richard se mantuvo con una sonrisa confianza avanzando cuando un tirón en su abdomen le hizo invariable una rodilla y soltar un chorro de sangre por la boca.

Frente a sus ojos, por la gran puerta y detrás de la Cortina de humo la sombra de lo que apostaría era el miserable jefe mongol se asomó.
Sus hombres por detrás temblaron y cerró los ojos de dolor e impotencia al escuchar a sus hombres, Amigos retorcerse de dolor y caer inertes y agonizantes al piso, a sus pies.

Había sido una trampa

— Capitán Tomlinson? Es un honor — las fuertes pisadas se acercaron dejando ver a kay, sus ojos como unas perlas brillantes de ámbar amarillo y sus dientes parecían colmillos formando una sonrisa repugnante. — Espere más de usted, del salvador de china..

Richard jadeo cerrando los ojos cuando se sintió inútil ante ese título, no era digno de ser conocido así, no después de no poder salvarlos.
La sangre volvió a brotar de su boca y gruesas lágrimas lo abordaron.

— Un hombre Tan patético — aviso girando a sus hombres que iban entrando por la puerta, miles de ellos parecían ser mismísimos demonios, desagradables y repulsivos. — fue llamado el capitán de china. Y termino cayendo en una treta tan insignificante cómo está.