𝙎𝙞 𝙣𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙣-𝙇𝙪𝙞𝙨 𝙈𝙞𝙜𝙪𝙚𝙡 ✓

Capítulo 11.

Mirar el paisaje a través de la ventana del auto era una de las cosas que más me gustaba, sentí una mano posarse sobre la mía, mí mirada se desvío de la ventana encontrándose con los hermosos ojos verdes de Luis Miguel.

Me aleje de mí lugar y me acurruque en los brazos de micky, quien no me dijo nada, solo me abrazo para luego depositar un beso en mí frente.

—Micky—.

Lo llame susurrando, el bajo su mirada a mí.

—Dime—.

Su tono era suave, tome su mano y la entrelaze con la mia.

—¿Que te gustaría que fuera? ¿Niño o niña?—.

—No importa si es niño o niña, lo amare de todas formas—.

Sonreí ampliamente al escuchar su respuesta.

—Pero no me molestaría una mini Deniz—.

—¿No? Y cuando ella crezca y los niños se empiecen a acercar a ella, y la inviten a salir—.

—No pasara eso—.

—¿Por qué estás tan seguro?—.

—Por que no saldrá de casa—.

—¿Y sus estudios?—.

—En casa—.

—¿Y sus amigos?—.

—Seremos nosotros—.

Me separé de el y lo mire.

—Mi hijo o hija tendrá una vida normal, y no me importaran tus celos de padre Luis Miguel—.

El tomo mí menton y me robo un beso.

—La voz de mando no te queda nada mal eh—.

Reí el ver su cara.

—Lo se, siempre me lo han dicho—.

Su rostro de alegría cambio por completo.

—¿Quienes?—.

—Mi tia—.

Una risita se escapó de los labios de Micky, no pude evitarlo y reí yo también.

—¿Ya mismo llegamos? Estoy muy cansada—.

—Si, solo serán unos minutos ¿Si?—.

—A esta hora estaria en mí cama durmiendo, pero fue tu idea traerme contigo—.

Me Cruze de brazos mirando el frente, a los pocos minutos sentí como me abrazaba.

—Ya te dije por qué te traje deniz, quiero que estés en donde mis ojos te puedan ver—.

¿Que hizo este hombre para que cada vez que me enojo termine rindiendome ante el con una sola palabra que el diga?.

—Esta bien micky, pero la próxima vez me quedare en casa ¿Si?—.

—Como órdenes mí niña—.

Sentimos que el auto se detuvo, la puerta de el lado de mícky se abrió, el bajo primero para luego ayudarme a bajar.

Las luces del hotel eran blancas, lo que me molestaba a mís ojos.

Mícky entrelazo su mano con la mia, algunos fans que estaban por allí se acercaron a el, después de firmar alguna que otra foto entramos al hotel, nos dieron la llave de nuestra habitación y comenzamos a caminar por los pasillos.

—¡Es Luis Miguel!—.

La voz de una chica hizo que las demás gritaran de emoción, de un momento a otro Luis Miguel estaba rodeado de sus fans, algunas de ellas me empujaron provocando que cayese al suelo, me iba a levantar pero un dolor se hizo presente en mí vientre, le intenté levantarme, pero después sentí unas manos tomándome de la cintura y me levanto.

—Gracias—.

Agradecí a la persona que me había ayudado.

—No es nada, al contrario encantado de ayudar a tan bella dama—.

Tomo mí mano y la beso.