Capítulo 21.

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•Años después•

Papi—.

—No cariño, di mami—.

Era la víspera de navidad, los años habían pasado, Alex y su novia decidieron vivir en casa aparte, y eso no fue el problema, ya que Sergio se fue feliz con ellos.

Marcela tenía ya 3 años, podía caminar, lo que se nos dificultaba, ya que tenía que estar tras de ella siempre, para que no se lastimase, había también terminado la universidad, y ya podía concentrarme en mí hija 100 %.

Con Micky siempre estuvimos enseñándole las palabras, pero la que siempre repetia era "papi" cada vez que Micky llegaba del trabajo ella lo esperaba en la puerta, ya se sabía su horario.

También decía "mami" pero no con la misma frecuensia, eso me indicaba que la relación entre padre e hija de Mícky y Marcela era muy fuerte.

—Di mami—.

Ella se levantó, salgo un poco y volvió a sentarse mientras reía.

—Ma...ma...¡Papi!—.

Voltee a ver ya que Marcela camino hasta el filo de la cama, pero Micky la agarró antes de que se cayera.

—¡Sol mío!—.

La tomo en sus brazos y dio una vuelta con ella.

—Estuvo todo el día esperando a que llegarás, tuve que traerla cuando comía—.

—¿En serio?—.

Asenti.

—Bien es hora de que duermas, pequeño sol—.

—¿Cual es tu secreto para que Marcela se duerma tan rápido eh?—.

El río.

—Un mago nunca revela sus secretos—.

—Oh vamos Micky, es que a mí me cuesta ¿Sabes?, Los bebés siempre han sido pegados a sus madres, pero en nuestro caso Marcela es pegada a ti—.

—Con Marcela podré estar desde que nació, no pude estar con Michelle ¿Sabes?, Y siento que debo estar con ella, aunque no me espere que se apegara tanto a mí, no me quejo, es mí niña, la luz de mí vida, mí sol—.

—Pasaste tiempo con michelle, y ella te perdono hace mucho Micky, no te sientas culpable—.

Vimos como Marcela se bajó de los brazos de micky.

—Es muy traviesa, pero solo con nosotros—.

—Si lose, voy a prepararle algo de comer, aun no come nada—.

—¿No? ¿Por qué no?—.

—Por que siempre estaba preguntando por ti—.

—Bien Marcela, es hora de que comas algo, o te dolerá el estómago—

Bajamos a la cocina, mientras Marcela despeinaba a Micky.

—¿Has hablado con Alex?—.

—Si, me dijo que todo estaba bien, y que Sergio también estaba bien—.

—¿Y como va con su novia? ¿Bien o mal?—.

—No le pregunté sobre eso, cada quien debe mantener la relación con su pareja en privado ¿No?—.

—En eso tienes razón, Marcela—no la vi—¿Marcela?—.

—Aqui está—.

𝙎𝙞 𝙣𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙣-𝙇𝙪𝙞𝙨 𝙈𝙞𝙜𝙪𝙚𝙡 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora