𝙎𝙞 𝙣𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙣-𝙇𝙪𝙞𝙨 𝙈𝙞𝙜𝙪𝙚𝙡 ✓

Capítulo 25.

Lo mire, Micky estaba enojado, ¿Pero no había hecho nada malo o si?.

-Ya veo por qué te demoraste tanto deniz-Miro a Martin-Tenias muy buena compañía ¿No?, Y creo que la mía estorba-.

-¿Que? Micky solo estamos hablando-.

-No te estoy reclamando nada deniz-.

-Bueno...creo que es hora de que me valla deniz, fue un placer volver a verte-.

Martin se iba a acercar a mi para despedirse pero Micky se interpuso empujándolo con su mano.

-No te le acerqués, ya mejor vete-.

Le asenti a Martín y el solo se despidio con la mano y se fue por dónde vino.

-¿Es enserio? ¿Viniste solo a hacer un escándalo?-.

-¿Estábas bien a gusto con el no?-rio irónicamente poniendo sus manos en su cintura-¿De qué estaban hablando?-.

-No tengo por qué darte explicaciones-.

Tome a Marcela en mis brazos, y comenzé a caminar a la iglesia nuevamente, Alex me miró un poco confundido.

-Alexito me ire a Casa, nos vemos allá ¿Si?, Marcela tiene un poco de sueño-.

-Claro está bien, nos vemos allá-.

Me despedi de el, Micky estába tras de mí como chicle, yo solo lo ignoraba.

-Deniz, deniz, princesa escúchame por favor-.

-Evita hablarme-.

Me subí con Marcela en el taxi que me estaba esperando.

-Arranque por favor-.

Pedí al chófer que me hizo caso, Micky estaba golpeando el vidrio pero solo lo ignore.

[...]

Entre a la casa, estaba enojada, ¿Acaso nuestro matrimonio no es suficiente para que deje sus celos?.

-Papi-.

Mire a Marcela, tenía un foto de Micky en sus manos, me senté junto a ella, era una foto de nuestro matrimonio.

-Papi está trabajando mí amor, te daré algo de comer y nos vamos a dormir ¿Si?-.

Ella me asintió, sonreí y la lleve a la cocina, donde hize un poco de fruta para ella, sentí el timbre, fui a abrír y allí estaba Micky.

-Mi am...-.

-Cierra la puerta después de que entres-.

Lo deje con la palabra en la boca, y me fui con Marcela, escuché la puerta cerrarse, suspiré y continúe dándole de comer a mí hija, sentí sus pasos entrando a la cocina, vi como dejaba la cadena que me había dado cuando teníamos 14 años, la primera vez que se fue por un largo tiempo, la mire de reojo.

-Se te cayó en el camino, yo la recogí, se que estás enojada conmigo, pero trata de no deshacerte de ello-.

Marcela tomo la cadena y comenzó a tocarla con sus deditos, sonreí ante eso, pero el enojo no pasara con solo eso.