- Isabella, ¿me acompañas a tomar una bebida? –dijo Rubí, logrando que abriera los ojos algo incrédula de su petición. Rubí, la hermana de Noah, era muy hermosa, se notaba que era mayor que Noah pero igual tenía el aire de buenos modales por todas partes y a esto se le iba acompañado su cabello café oscuro y sus increíbles ojos azules, genética pura porque Maura Flores contaba con los mismos azules pero un poco más que lo de Rubí por qué eran más parecidos que Noah. Además, la mamá de Noah tenía un cabello rubio. ¿El papá de Noah tendrá pelo oscuro como el de Noah?
-Cla…claro. –tartamudeé. Odio cuando tartamudeo, suficiente con que Noah lo consiga a cada momento pero que su hermana lo haga ya es irritante. Me levanté de la mesa y vi que Rubí me estaba extendiendo un brazo para que lo enganche con el mío. Acepté educadamente, a pesar de que lo del brazo me parece algo innecesario, hasta que Noah me jala mi otro brazo haciendo que sus labios queden en mi oreja.
- Sé tú misma, por favor. –lo miré algo divertida ya que él sabía que me estaba portando demasiado no yo. Sólo le sonreí ya que sería algo mal educado comentarle que todo el evento me tiene con los nervios de punto. Pude notar como Noah se relajaba y me pude marchar con Rubí.
-Y entonces Isabella, ¿cómo conquistaste a mi hermano? –me sonrió.
-No, soy su amiga. –rectifiqué. Aunque bueno, somos sólo conocidos.
-Por favor, noto como te mira. –me alzó una de sus cejas con una expresión de diversión. Definitivamente es genética. –y como tú lo ves a él. –finalizó.
-Creo que debe de haber una confusión. –afirmé aterrada. Yo no lo veo de ninguna forma, la verdad siempre trato de evitar su mirada.
-Bueno, si tú lo dices. Me avisas cuando ya te enamores de él, ¿de acuerdo? – ¿De verdad me acaba de decir eso? De acuerdo, Rubí es alguien algo atrevida. Intimidada por su propuesta, sólo asentí para dar por finalizado el tema. –Y dime, ¿qué tal te parece el evento?
-Siento que es muy formal, no hay tanta diversión. –se me escapó eso, tuve que haberlo pensado mejor. –Pero, está bien organizado, es perfecto. –Intenté arreglarla.
-Yo también creo que está súper aburrido, pero tenemos que venir a estos eventos debido a que es una amiga de la familia. –Me explicó mientras íbamos al bar.
-¿Mary es diminutivo de María? –pregunté, algo intrigada.
-No, ella se llama Mary. –se rio –Sé que este evento no es divertido, tú has de saber dónde se puede conseguir diversión. -¿Por qué habría de saberlo? Ladeé la cabeza.
-Osea, hay un lugar al que siempre voy con mis amigas, no sé si te gustaría. –Intenté sonar casual. La verdad es que el bar al que voy no es nada como esto. No sé si de verdad se sentiría cómoda en aquel lugar.
-Entonces hay que ir allí algún momento. –Me sonrió abiertamente. –Sería divertido que llevemos a nuestros chicos.
-¿Nuestros chicos? –alcé ambas cejas.
-Ya sabes, tú a Noah y yo a Henry, mi novio. –puntualizó. Volví a asentir. Noah no es mi chico. No puede serlo porque después de hoy ya no habrá más de Noah en mi vida. –Perdona si te hago sentir incómoda pero me gusta tratar a todo el mundo con confianza.
-Perdón, no hay problema, soy algo tímida. –Le sonreí. –y tras ver todo esto, sólo se incrementa mi timidez. Este lugar me hace sentir que no debería estar aquí. –confesé.
-¿Por qué? ¿Nunca has ido a un evento tan elaborado? –parecía sorprendida pero al ver que yo no contestaba, se limitó a decir: -Entonces, has tenido mucha suerte. –me sonrió.
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Olvídame, por favor
Teen FictionNoah, un muchacho de 22 años, cuenta con una vida cómun para cualquier muchacho de su edad, chicas, fiestas y todo siempre con la compañia de su mejor amigo, Joseph. Pero todo esto cambia al conocer a Isabella accidentalmente en una casa abandonada...