El beso terminó y al mirarlo a los ojos aún podías ver ese hermoso brillo que solo podías ver en él y él en tí.-Te amo Jagi-dijo el demasiado contento por estar nuevamente con la persona que ilumina su vida cada vez más y más.
Los abrazos fueron tan reconfortantes que no querían separarse jamás, estar en esa posición les aseguraba que ninguno se alejaría del otro y que su amor sería una unión donde nada ni nadie la podrá romper. Te paraste de la cama y luego de dos semanas sonreíste, tenías al amor de tu vida contigo ¿Qué más podrías desear?
Las pocas cosas que tenías en casa de tu madre las empacaste para llevarlas al hotel anterior y pasar la noche con Kim, tenían que recuperar el tiempo perdido y lo harías sin pensarlo dos veces. Cariños y mimos fueron los acompañantes en todo el camino, sus sonrisas no desaparecían, deseaban con todo su ser estar así para siempre.
_Me iré a duchar, estoy que apesto-dijiste con una risita-
_¿Te acompaño?-dijo Tae conquetón- Yo también apesto.
_Ahorrar agua no le hará mal a nadie ¿no?-asintió y entraron-
El agua tibia caía por sus delicados cuerpos, su cabello y el tuyo se mojaban y les daba cierto toque erótico al momento, sin más tiempo que perder, te besó, una batalla de lenguas se instaló entre sus bocas mientras que él pasaba sus manos por tu espalda, tu despinabas su cabello mojado y aveces lo pasabas por su cuello. Por falta de aire la batalla dió un pequeño "break" y tu cuello fue atacado por los besos de Tae, pero eran suaves y apasionados no dejaría chupetón alguno.
Siguieron así pero no pasaron a más, ya duchados salieron y se acostaron abrazados, respirando tranquilamente el aire que el otro proporcionaba, agotados luego de un largo día.
Reacción:
Desperté todo relajado y feliz al sentirte en mis brazos, el aroma vainilla de tu cabello me hacía suspirar más por tí, me moví con cuidado tratando de que no despertaras, me encaminé hacía nuestras cosas que habíamos traído el día de ayer y las dejamos allí sín desempacar. Abrí mi maleta y no encontraba lo que deseaba allar, busque y rebusque y nada, cuando me empezaba a rendir escuché que algo se cayó al suelo y sí, efectivamente era lo que estaba buscando, la cajita de terciopelo.
Te despertaste luego de unos cuantos minutos y ya tenía el desayuno listo para tí aunque esta tarde quería que fuera algo especial.- ¿A la playa?-preguntaste-
_Exacto, quiero ver las olas del mar junto a tí mi vida, será lindo.-asentiste y me puse feliz. Conduje hacía el lugar, no eran tanto trayecto por recorrer, estaba tan solo a una hora. Al llegar la vista era extraordinaria, estaba segurísimo que este día jamás lo olvidaríamos y sería especial para los dos.
Solo había una mesa pequeña, dos sillas simples y unos platillos por degustar, la verdad no era tan materialista, esas cosas eran lo de menos, a mí me importa más el momento, ese recuerdo que me lo llevaré hasta la tumba.
Mientras comíamos hablámos de cosas triviales y lo mucho que nos amámos, estábamos empalagados y locos de amor por el otro. El sol empezó a bajar y la luna hacía su presencia, ver el atardecer desde aquí es hermoso y estar contigo hace que el momento sea simplemente perfecto.
Tú estabas contemplando tal paisaje y yo estaba detrás de tí, pronuncié tu nombre de inmediato volteaste y me arrodillé.
_T/N, mi amor hemos pasado por mucho, me he dado cuenta que sin tí no soy nada, que te amo como no tienes idea, quizás este mal o no pero siento que contigo es con quién quiero pasar todo el resto de mi vida, tú eres mi luz, eres....eres...mi todo. ¿Quieres casarte conmigo Jagi?-
Solo ví como lágrimas salían de tus ojos, no sabía si alegrarme o no, porque tapaste tu rostro y no sabía si llorabas de felicidad o no querías casarte conmigo.¿Pasa algo?-preocupado por la situación conecté tus ojos con los míos al ya sacar tus manos de tu rostro.
_Es que....-dijiste en sollozos-.
_Sino quieres lo entenderé, te daré tu tiempo y espacio.-
_Es solo que...estoy embarazada-dijiste soltando una risa al final ahogada por un sollozo.-
_¿Enserio?-pregunté con los ojos aguantando las lágrimas y sentía como mi labio inferior temblaba levemente-
_Sí y sí me quiero casar contigo-te abalanzaste sobre mí y te cargué dando vueltas y vueltas, estaba más feliz que nunca ya al bajarte te puse el anillo-
_Enserio estoy muy feliz, en verdad y te amo, te amo-finalicé con un beso- Y a tí también-dije besándo el vientre de mi ahora prometida. Juntando mi frente con la suya y viendo nuestras miradas llenas de felicidad.
No dudaré de nuestro amor jamás, eso tenlo por seguro, me importará una mierda lo que los demás puedan decir sobre lo que sentimos o mostramos eso es cosa nuestra y solo me importará tu opinión y la de nadie más. Pero solo júrame que estarás siempre conmigo, que no te irás de mi lado, no quiero volver a sentir que estoy sin tí porque eso es horrible, ahora solo la muerte nos podrá separar porque yo te promotí que nadie ni nada en este mundo lo hará.
Espero que les haya gustado
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