Ya era de noche, y Isabela estaba tumbada en su cama, mirando al techo. Todo lo que había pasado se repetía en su mente como una película que no podía detener. Todo había sucedido tan rápido, y no podía entender por qué le había pasado a ella. La única conclusión a la que podía llegar era que debía alejarse de Paula. Cuanto más lejos, mejor. Ya había quedado claro que Paula era una mala persona.
La noche avanzó, y el sol empezó a asomarse por la ventana, llenando la habitación con su luz. Isabela había dormido muy poco y no tenía ganas de levantarse, pero sabía que tenía que hacerlo, se alistó sin ganas y salió de casa para enfrentarse a otro día de escuela.
Mientras caminaba hacia el colegio, se encontró con Paula, quien también estaba saliendo de su casa. Paula la miró con una mezcla de esperanza y resignación.
Paula: ¿Ahora me vas a ignorar?
Isabela se mantuvo en silencio, sin voltear a mirarla.
Paula: Era solo una broma.
Isabela: ...
Paula: Ehh, solo di algo.
Isabela aceleró el paso, y Paula hizo lo mismo para alcanzarla.
Paula: Perdón.
Isabela: ...
Paula: Ya me disculpé.
Isabela: Palabras vacías.
Paula: Son palabras sinceras.
Isabela: ¿Como las de ayer? Tampoco soy tan estúpida. Y, por favor, solo aléjate de mí.
Paula: No iré a ningún lado, querida.
Isabela sintió una lágrima deslizarse por su mejilla. Paula, al ver eso, comprendió que las cosas eran serias.
Paula: Está bien. Te daré tu espacio por estos días, pero volveré. Cuídate.
Esa fue la última vez que hablaron. Paula, sorprendentemente, cumplió su palabra y se mantuvo a distancia.
Una semana después
Era el fin de semana, y Isabela había decidido quedarse sola en casa, evitando acompañar a su madre. Estaba mirando su celular cuando escuchó que alguien golpeo la puerta. Se preguntó quién podría ser.
Al abrir la puerta, se encontró con Paula de pie, con una expresión de determinación en el rostro.
Paula: Hola, venía a...
Antes de que pudiera terminar, Isabela cerró la puerta de golpe en su cara. Paula volvió a tocar la puerta.
Isabela: No voy a abrir. Puedes irte.
Paula: Solo será un momento.
Isabela: No. Adiós.
Paula se quedó recargada contra la puerta, sin saber qué hacer. Pensaba en el beso que había compartido con Isabela, un recuerdo que no se iba de su mente, aunque sabía que le había hecho algo horrible y temía volver a lastimarla.
30 minutos después
Isabela necesitaba salir a comprar algo, así que se vistió un poco más formal para la ocasión. Al abrir la puerta, vio que Paula seguía allí, tirada en el suelo.
Isabela: ¿Seguías ahí?
Paula: No soy una ilusión.
Isabela: Ah, ya veo. Adiós, ilusión de una zorra.
Paula tomó la mano de Isabela para evitar que se fuera.
Isabela: Suéltame. Ahora.
Paula: escúchame, por favor. Solo será un momento.
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The Reason
Teen FictionEsta historia no debería de existir para empezar, en fin paula chingue su madre, Y Isabela haga tareas Losodio. Y ojala este ship se haga realidad. 1% de probabilidad 99% de fe Recuerden que todos son amados