—La inteligencia me persigue, pero yo soy más rápida —dijo Paula con un toque de orgullo en su voz.
Isabela soltó una carcajada.
—Jajaja.Paula frunció el ceño, riendo a la vez.
—Ay, así no era...Isabela la miró con una sonrisa burlona.
—Uy sí, muy inteligente.—No molestes —replicó Paula, rodando los ojos.
—Jj, okay —Isabela levantó las manos en señal de rendición.
Paula cambió de tema, pensativa.
—Mmm, ¿y qué deberíamos apostar?Isabela sonrió con picardía.
—Se me ocurre algo... si yo gano, tendrás que hacer todo lo que diga por una semana.Paula levantó una ceja, sonriendo.
—Bueno, pero si yo gano, podré hacerte lo que yo quiera. —Un destello travieso cruzó su mirada.—Mmm, bueno —dijo Isabela, con aire despreocupado—. Igual no ganarás.
Paula la miró con determinación.
—Ya veremos.Las horas pasaban, y Paula intentaba de todas las formas posibles hacer que Isabela la besara. Sin embargo, no lo conseguía.
—No pensé que fuera tan difícil —dijo Paula, sentándose en el sofá con frustración.
Isabela se giró hacia ella, divertida.
—¿Ya te rindes?Paula negó con la cabeza.
—No.—Vale —respondió Isabela, cruzándose de brazos.
—Bueno, adiós —dijo Paula de repente, levantándose—. Voy a tomar un baño y después salimos, ¿te parece?
—Vale, yo también iré a cambiarme —respondió Isabela, levantándose del sofá.
—Te veo luego, cariño —dijo Paula con una sonrisa antes de salir de la casa de Isabela y dirigirse a la suya.
Una hora después
Paula volvió a la casa de Isabela y tocó la puerta. Desde dentro, escuchó la voz de su amiga.
—Espera unos minutos.
Después de un rato, Isabela salió por la puerta, se veía bonita.
—Te ves bien —dijo Paula, admirándola.
Isabela sonrió con satisfacción.
—Siempre.—Y si —respondió Paula con una risa.
—Re simp —Isabela la miró divertida.
—Cállate —Paula la empujó suavemente.
Isabela sonrió, relajándose.
—Tú también te ves bien.—Gracias. Vamos —dijo Paula, tomando la mano de Isabela.
Ambas comenzaron a caminar.
—¿A dónde vamos? —preguntó Isabela mientras caminaban.
—Hay un parque cerca. Es muy tranquilo, creo que te gustará —respondió Paula con una sonrisa.
—Si tú lo dices... —contestó Isabela, confiando en ella.
—Sí —dijo Paula con convicción.
Al llegar al parque, buscaron un lugar para sentarse. Finalmente encontraron un sitio bajo un gran árbol. Las dos se sentaron, y Paula, de manera casual, se recostó en los hombros de Isabela.
—Déjame ganar —murmuró Paula, mirando hacia el horizonte.
—Eh, no —respondió Isabela con una sonrisa maliciosa.
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The Reason
Fiksi RemajaEsta historia no debería de existir para empezar, en fin paula chingue su madre, Y Isabela haga tareas Losodio. Y ojala este ship se haga realidad. 1% de probabilidad 99% de fe Recuerden que todos son amados