The Reason

CAPITULO 10 ( CORAZÓN EXTRAVIADO )

Habían pasado dos días desde el incidente con Isabela. Paula no asistió a la escuela durante ese tiempo.

Todo parecía ir bien entre ellas, pero algo en Paula comenzaba a molestarle. Lo que menos quería estaba ocurriendo: se estaba enamorando de Isabela. No podía permitirlo, así que decidió alejarla antes de que las cosas se complicaran más.

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Isabela salía de su casa, emocionada por otro día de clases. Sabía que Paula volvería a acompañarla como solía hacerlo, después de esos dos días de ausencia. Caminó hasta su casa y tocó la puerta.

Paula la abrió, pero la miró con frialdad, algo en sus ojos había cambiado.

—Buenos días —dijo Isabela, esbozando una sonrisa.

—Hola —respondió Paula, sin mucho entusiasmo.

—¿Nos vamos?

—Okay.

Isabela intentó mantener la conversación en su tono habitual.

—¿Cómo estás? —preguntó con suavidad.

—Bien —respondió Paula, seca.

—Me alegro.

Ambas caminaron en silencio hacia la escuela. A pesar de la compañía, el ambiente se sentía frío, distante.

Cuando llegaron al salón, se sentaron en sus lugares habituales. Isabela no pudo evitar notar la indiferencia de Paula, así que decidió hablar.

—¿Estás bien? —preguntó, con preocupación en la voz.

—Sí —contestó Paula, sin mirarla.

—Te noto distraída.

—No es nada.

—¿Segura?

—Sí, no molestes —dijo Paula, cortante.

—Okay...

El silencio volvió a dominar el ambiente. El descanso llegó y ambas salieron juntas, como de costumbre, pero el ambiente entre ellas estaba cargado de tensión. Mientras caminaban por los pasillos, alguien chocó bruscamente contra Paula.

—¿No te cansas de ser un maldito estorbo? —dijo Sergio, lanzando una mirada llena de desprecio—. Perra.

Paula lo fulminó con la mirada.

—Esta vez no te vas a escapar, imbécil —espetó, a punto de ir tras él.

Isabela la detuvo, sujetándola del brazo.

—Cálmate, no vale la pena.

—¿Cómo que no? ¡Como Se atreve a hablarme así!

—Ya no lo alcanzarás —dijo Isabela con calma.

Paula frunció el ceño, pero se detuvo.

—Ya veremos... —murmuró, con un toque de sarcasmo.

Isabela suspiró.

—En fin, ¿me vas a decir qué te pasa hoy conmigo?

—¿Qué quieres decir? —Paula fingió no entender.

—No te hagas.

—No sé de qué hablas.

Isabela la miró, frustrada.

—Lo intenté...

—Ajá.

—Y, ¿cómo está tu mano? —preguntó, intentando cambiar de tema.