Pasaron un par de días desde la fiesta; como siempre, Gerónimo andaba por los pasillos sin ningún tipo de pena, moviéndose con la elegancia y prepotencia de cualquier gato; él sabía perfectamente sobre el nuevo romance en la academia, nadie sospechaba realmente de estas dos, pues además de ocultarlo bastante bien, Akko parecía muy ausente por alguna razón, Diana también parecía muy en lo suyo y sobre las demás brujas... tampoco parecían muy interesadas.
Así que su romance durante ese par de días pudo crecer un poco de manera saludable y sin entrometidos, de una forma natural y sin que terceros "metieran mano". Sobre eso, no hay mucho que decir, no obstante; Diana parecía algo preocupada por su novia, quien, como ya lo dije parecía algo ausente, más frívola, mucho menos cariñosa, todo el día metida en la lectura, a veces se iba todo el día a las afueras de la academia y no regresaba hasta la media noche...
— Oye Gerónimo. —Inquirió la rubia mientras se encontraba acostada leyendo.
El gato, volteó de inmediato y preguntó que le inquietaba.
— ¿Qué le pasa a Akko? —Continuó la rubia — parece muy ausente, fue muy repentino, de pronto, de un día para otro, parece otra persona.
— No sé si deba contártelo Diana —Refutó el gato con seriedad — si tanto te preocupa, deberías preguntarle directamente, aunque quiero que recuerdes que tener una pareja no es no tener secretos, tú tienes tus cosas y ella puede tener las suyas, eso no significa que no te ama, créemelo, no existe una pareja "sin secretos", y es lo mejor, parece que con cada día que pasa, la intimidad va disminuyendo. Por si no entendiste te lo repito en breve, que no te diga lo que le pasa no significa que no te ame y que no te tiene confianza, es solo que es una cosa personal, suya.
— ¿Y a ti si te las cuenta? —Respondió Cavendish con cierta molestia.
— Bueno Diana; yo soy un gato parlanchín con miles de años, en términos de sabiduría, creo que te gano, ahora anda, ve a probar suerte; Akko debería estar en las afueras, si, tendrás que rodearlas todas, pero bueno, es el precio. —Exhaló el animal antes de echarse a dormir.
Entonces, igual de molesta, más que todo con Gerónimo, salió a buscar a su novia, no tardó más de veinte minutos en su escoba. La encontró sentada, viendo a la nada en realidad, haciendo de vez en cuando pequeños hechizos luminosos con las manos.
Cuando la rubia bajó, la castaña apenas se inmutó y bailaba sobre la palma de su mano figura de una mujer, parecía estar hecha de una especie de brillantina azul, que emitía un brillo muy hipnótico y relajante, pero el baile terminó cuando la mujer se recostó lentamente contra el suelo para hacer una pose final, algo sensual; después, simplemente desapareció en el viento...
— Eras tú —Comentó Akko sin ver a su novia.
En respuesta Diana se sonrojó un poco, no quería pelear, así que simplemente se sentó junto a Akko y recargó su cabeza contra su hombro. El viento sopló, revoloteó un poco sus cabellos, el paisaje y el ambiente eran tranquilos, todo estaba en calma.
— Yo no soy tan sexi —Comentó Cavendish.
— Púes parece más bien que no te has visto en un espejo; esa silueta, era una recreación cin por ciento fiel a tu cuerpo desnudo —Refutó Akko.
Diana se sonrojó aún más, trató de esconder su rostro presionándolo sobre el hombro de su compañera.
— Yo jamás he bailado así —Diana hizo un pequeño puchero.
— ¿Y por eso no puedo imaginarte haciéndolo? —Respondió con burla su novia.
La rubia nuevamente no reaccionó con violencia, sino que se aferró más a su pareja denotando si, su molestia, pero también pena y debilidad, algo que no era para nada normal en Cavendish.
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Encontrando Sentimientos.
FanfictionHola, no sé cuanta gente vio la nota en mi antiguo perfil o si de plano no vieron nada y no atraje a nadie, pero bueno, el chiste es que hace un año escribí un fic Diakko que no era del todo bueno, más sin embargo he regresado, así que escribiré ese...