Alumna nueva.

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Era con facilidad la chica más alta del curso, sin embargo, no era para nada corpulenta, al contrario, parecía tener un cuerpo bastante atlético, su cabello era negro y muy largo, sus ojos color avellana, su piel era un poco morena.

– Buenos días. –Comenzó a presentarse en la primera clase del día, que era la única en la que Akko y Diana estaban juntas. – Mi nombre es Violeta, pero por favor llámenme "Vi", soy americana, de una familia pequeña de brujas que se mudó a ese continente. Durante todo este tiempo he aprendido de manera autodidacta, así que agradecería que me guiaran un poco.

Después de esa presentación acomodó un poco su flequillo que se había movido de lugar, cuando la manga del nuevo uniforme cayó un poco, en su muñeca derecha, Akko pudo observar un tatuaje de runas idéntico al que ella tenía, lo cual le dijo que esa chica era capaz de controlar el teleportus mundi.

La varita que aquella chica portaba desprendía energía morada, es decir, del mismo color que la de Akko, por lo que se podía decir que ella no dependía de la energía de la piedra filosofal, además, demostró un gran dominio y talento para la magia, inclusive mayor a la de misma Diana Cavendish.

Al terminar las clases, aquella chica había sido completamente abordada por todas sus compañeras, pues demostraba tener una personalidad cálida y agradable además de poseer gran talento. Si Diana no fuera tan soberbia y orgullosa como lo era con las personas que no eran Akko, seguramente sería demasiado popular; Akko se acercó hasta ella cuando la maestra pidió a todas que se alejaran un poco y la dejaran respirar, y le preguntó acerca de la runa en su antebrazo y sobre el teleportus mundi.

– ¿Teleportus mundi? –Inquirió confundida. –¿Qué es eso?, ¿tiene que ver con este tatuaje que tengo desde que nací?

Akko le recomendo fueran a la cafetería y una vez allí, comenzó a hablarle de los hechizos prohibidos; Diana, como si no fuese obvio, se estaba muriendo de celos, pues su actitud era inclusive algo posesiva y la de Akko demasiado despreocupada y amistosa.

En medio de la cafetería "Vi" abrió un portal de teletransportación que era muy diferente al de Akko, ya que parecía un ovoide de color verde brillante, la locación a la que transportaba era a un desierto, no sabían cuál era con exactitud, pues al parecer Violeta tampoco podía visualizar bien los hechizos, por suerte para ambas, Akko ya dominaba el hechizo, por lo que pudieron regresar a Luna Nova de inmediato.

Diana se acercó hasta Akko y la tomó de la muñeca solo para comenzar a llevársela; "Vi" simplemente estaba sorprendida por la magia que acababa de crear.

– Te voy a decir algo Akko. –Dijo Diana algo molesta cuando estuvieron en la habitación de Akko, que era la más cercana. – Tú, me perteneces, con las únicas que puedes hablar de una manera tan amistosa y cortés es con tus compañeras de habitación, de esa manera no me moriré de celos.

– Me parece que estás adoptando una postura más toxica que antes, ¿será porque fuimos a la playa? –Objetó Akko. – Sabes que la única persona que me atrae sexualmente eres tú, que hable con otras chicas no significa que las prefiera a ellas como pareja.

El rostro de Diana se tornó bastante rojo, pues en las palabras de Akko había cierto peso que jamás había percibido, luego de eso, la castaña besó los labios de su novia y salió de la habitación.

Se encontraba leyendo en clases vespertinas aquel libro: "potenciadores", lo que según decía en el libro eran ciertos materiales que aumentaban la energía y el poder mágico de las personas, una de ellas era la piedra filosofal, de la cual se podía extraer un trozo para que pudieras portarlo a donde fuera, otro elemento era el mercurio se describía como "el elemento que fluye por todas las cosas mágicas" ...

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