Accidente.

817 51 28
                                    

Situémonos dos años después del incidente con la maestra Croix, en el último año de nuestras brujitas en la academia, Akko ahora tiene diecinueve años y Diana Dieciocho, –aunque no hace falta decir quién es más madura–, Akko tiene un dominio mejor de la magia, que aún es mediocre, pero, peor es nada, de Diana no hay mucho que decir, es tan magnifica como siempre, pero pasados dos años es obvio que mejoró abruptamente.

Vallamos con Akko, que se encuentra hablando con sus amigas sobre un tema bastante incomodo acompañada de Lotte y Sucy:

– Y bueno, ¿Cómo va tu relación con Andrew? –Preguntó Sucy con una sonrisa llena de malicia.

Akko, en respuesta, lanzó una mirada muy seria a la chica que inquirió sobre esto.

– Sabes que no es gracioso. –Comentó la castaña.

– Y tú sabes que no te queda el papel de persona seria. –Respondió Sucy mofándose de ella.

– Lotte, has algo. –Se quejó a la chica de lentes que solo observaba pasivamente en la orilla de su litera.

– Bueno, es cierto que no deberías burlarte de las decepciones amorosas de las personas sucy, pero es que... es que...–Lotte también parecía querer soltar una sonrisa.

– Ya, solo díganlo, si eso las hace dejarme en paz. –Dijo Akko con un rostro lleno de aburrimiento.

Por un momento la habitación se quedó en un total y rotundo mutismo, pero quien rompió el silencio fue la chica pálida, diciendo algo que hizo que incluso Lotte soltara una pequeña sonrisa:

– Solo duraron dos semanas...

Sucy se reía libremente con su típico tono desganado y Lotte trataba de contener la carcajada, Akko había aceptado la burla y solo estaba ahí, sentada, esperando a que todo pasara.

Si se preguntan qué estaba pasando, pues si, Akko y Andrew habían salido un año después del incidente, pero no lograron estar juntos más de dos semanas, Sucy decía que era por la personalidad de Akko, y Lotte, bueno también decía lo mismo y era obvio que cada vez que tenían la oportunidad ciertas personas se lo recordaban y se burlaban de ella, para ser más específico, Hannah y Bárbara, lo de Sucy era por un evento especial, por decirlo de algún modo.

A la mañana siguiente, en clase de escritura mágica, Akko se esforzaba y Cavendish sobresalía, y la pobre castaña no podía más que apretar los dientes y aceptar que aquella rubia estaba a otro nivel, al igual que siempre Hannah y Bárbara se burlaban de logros que ni siquiera eran suyos, lo que se tenía que destacar de Diana es que era al menos un uno por ciento más cálida con Akko, o bueno al menos ya trataba de detener las burlas de sus "seguidoras", pero no dejaba ese aire de soberbia tan característico de sí y eso molestaba bastante a nuestra protagonista.

– Paren ya, no hay necesidad de molestarla de esa manera. –Decía Cavendish cerrando los ojos e inflando orgullosamente su pecho.

– Inclusive en eso me superas. –Dijo Akko en una voz tan baja que apenas era perceptible.

Al término de la clase, las chicas se dirigieron al comedor, en donde se encontraban Amanda y su grupo, quienes amablemente invitaron al otro trío a sentarse y disfrutar del desayuno, sin embargo, la mesa solo estaba llena de las quejas de Akko quien hablaba con la boca aún a rebosar de comida. "Diana esto, Diana lo otro", sus amigas no podían hacer nada más que intentar callarla.

– Vaya Kagari, ¿Con esa boca besas a tu madre? –Dijo una voz detrás de la quejumbrosa chica.

No era nadie más y nadie menos que Diana, quien veía con algo de desprecio a Akko...

Encontrando Sentimientos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora