El domingo, a Diana le llegó una carta de parte del consejo, en donde se notificaba el peligro que poco a poco representaba Akko para el mundo de la magia actual, pues desde el mísil era cierto que era vista de una mejor manera, pero si el poder de Atsuko llegaba a ser descubierto, era evidente que causaría furor entre los gobiernos.
Evidentemente la rubia se molestó un poco por el hecho de que consideraban a su querida Akko como un objeto o un arma.
Akko ya se había ido a entrenar desde muy temprano, dejando a Diana sola.
Vayamos con la castaña, quien se encontraba ingeniando nuevos tipos de hechizos, ya que actualmente poseía en tres lugares runas tatuadas, una en el dorso de la mano, otra en el pecho y las terceras, en la muñeca, solo faltaban dos runas más.
– Te ves bastante bien compañera. –Pronunció una voz detrás suya.
Atsuko rápidamente se apuró a voltear para ver de quien se trataba y pudo ver a un gato negro con ojos de un azul intenso.
– Gerónimo. –Exclamó Akko con emoción. –Pensé que no volvería a verte jamás.
– Pues realmente solo vine de visita. –Respondió el animal. – No puedo transformarme ni nada por el estilo, literalmente solo soy un gato que habla.
– De todas formas, me da mucho gusto tu visita. –Dijo Atsuko.
– Veo que estás trabajando duro, ¿Qué intentas hacer?
– Algún tipo de espacio en donde pueda guardar todo lo que deseé sin límites.
– ¿Y si tratas de imaginas el espacio exterior en una maleta? –Recomendó el gato. – Recuerdo que mi maestra tenía algo así como un espacio capaz de almacenar infinidad de cosas, cuando le pregunté como lo hacía, me dijo que imaginaba alguna fracción del universo como si fuese una mochila y que su brazo era inmune al daño provocado por ese vacío, además de atraer los objetos con solo imaginarlos.
Akko miró un momento su mano...
– Entiendo.
Extendió su brazo, cerró los ojos y pronunció:
– Una mochila, un espacio interminable, la atracción de objetos a voluntad.
Un circulo multicolor se dibujó frente a ella, era un tanto inestable, pero logró introducir su espada y la hebilla de su cinturón dentro del círculo, luego, volvió a llamar al hechizo y sacó ambas cosas con éxito.
El único problema era lo tardado que era llamar el hechizo y su inestabilidad, pero era útil para guardar la espada y la vara brillante.
El resto del día continuó con normalidad, o eso creían hasta que Akko, observó un cabello que nuca podría olvidar, era, ¿Croix?, rápidamente utilizó su hechizo de invisibilidad y fue hasta donde había visto aquel color, no pudo estar menos equivocada al ver a la maestra entrando hacía la escuela. Akko tragó saliva, ¿Qué la hizo volver?
La siguió todo el camino, las brujas la veían desorientada, Akko la seguía a una distancia segura cubriéndose con su magia. La maestra se metió en la dirección y Akko no pudo continuar...
– ¿Estás bien compañera? –Avispó Gerónimo. – Parece como si acabaras de ver a un fantasma.
– No es nada, solo que vi a una persona que pensé no volvería a ver. Como sea, continuemos, que ya va siendo hora de regresar a clases.
Akko se marchó aún pensante de la razón del estar de Croix, se cruzó a Chariot, quien le recalcó que parecía pálida:
– ¿Comiste bien? –Preguntó.
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Encontrando Sentimientos.
FanficHola, no sé cuanta gente vio la nota en mi antiguo perfil o si de plano no vieron nada y no atraje a nadie, pero bueno, el chiste es que hace un año escribí un fic Diakko que no era del todo bueno, más sin embargo he regresado, así que escribiré ese...