Encontrando Sentimientos.

Confesión

– ¿Pudiste terminar tu entrenamiento? –Inquirió Cavendish.

– Si, ahora solo me falta una ducha rápida, y tú, ¿por qué pareces tan deprimida? –Preguntó Akko enérgicamente.

– No es nada. –Respondió Diana en un tono preocupantemente neutro como para ser verdad. – Contéstame algo Akko... –Dijo recuperando poco a poco su soberbio tono. – Si de repente alguien de tu mismo sexo se te declarara, ¿Qué harías?, después de todo esta academia está llena de chicas.

– Jamás hubiese pensado que la gran Diana Cavendish, me preguntara sobre asuntos del corazón. –Exhaló Akko burlándose de ella.

– Ya olvídalo mejor, de todos modos, no esperaba una buena respuesta de alguien tan inculta como tú. –Argumentó la refinada joven en un tono completamente recuperado que desprendía soberbia.

Akko, soltó una pequeña carcajada...

– Si quieres saber la respuesta, tienes que darme un trago de lo que estás tomando.

– Lo siento, pero creo que no puedes soportar el café negro. –Replicó Diana.

En respuesta Kagari puso un rostro bastante serio y le arrebató el vaso a Diana, después un profundó tragó fue lo que dio, pero no pasaron ni tres segundos antes de que Akko hiciera muecas por la amargura de la bebida.

– Como si no fuese obvio. –Esas palabras salieron de la boca de Diana con un tono cargado de soberbia y burla. – De todos modos, tendrás que responder la pregunta, si no perderás tu baño.

La castaña, se lo penó un momento antes de responderle, pero con una sonrisa y un leve sonroje en sus mejillas le dijo:

– Si alguien se me declarara... pues si no fuera cierta persona la rechazaría sin lugar a dudas.

– ¿Cierta persona? –Alegó Cavendish viendo el líquido negro en su vaso.

– ¡Sí!, ¡Cierta persona! –Gritó Akko quien se alejaba rápidamente del lugar. – ¡Lo siento, pero si no me voy ahora no podré tomar un baño!

La molestia de Diana fue más que evidente, pero ella también se levantó ara direccionarse a su cuarto, en donde se prepararía para ir a clases; Akko, se dio el tan ansiado baño de agua helada, que despertó por completo sus sistemas, aún le faltaba hablar con alguien sobre el asunto del enamoramiento y demás, Lotte no parecía la indicada por su inocencia, Sucy tampoco por su perspicacia y desagrado hacia cierta persona, lo más lógico era tener una charla con Chariot, no demasiado seria ni reveladora, una charla lo suficientemente buena como para descifrar ciertos sentimientos.

Así que por la tarde le pidió a Chariot un poco de su tiempo y antes de comenzar la plática le pidió que no hablara de eso con nadie y que por favor no la juzgara, Chariot se estaba dando cuenta de hacia dónde iba la conversación, y aunque fuese algo incomoda, se quedó para escuchar a Akko...

Le contó absolutamente todo, lo de la vara brillante y los cinco hechizos también, pero eso Chariot trató de evadirlo, después de todo, aquella maestra entendió en gran parte a su alumna, pues sufrió burlas por su fracaso amoroso y también tenía miedo de amar a alguien de su mismo sexo y aunque censuró por completo el nombre de Diana, la situación seguía siendo entendible...

– No puedo decirte mucho Akko, ya que yo tampoco sé mucho de relaciones, pero si de algo estoy segura, es de que muy probablemente deberías intentarlo, digo, te queda poco tiempo para graduarte y si te vas, es muy probable que nunca puedas saber que te hubiese dicho la chica, o que hubieses experimentado estando con ella, es todo lo que te puedo decir, espero que puedas tomar una pronta decisión.