Primera cita/Un poco de los 5 hechizos

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La semana transcurrió, Chariot necesitaba un poco más de tiempo para investigar, Akko volvió despertarse tan tarde como cualquier fin de semana, su grave error fue no recordar que ese sábado había agendado una cita con Diana, su primera cita, y ahora, sería verdaderamente difícil librarse de sus amigas quien como siempre iban a ir a cenar al pueblo. Y mientras Akko se encaraba de arruinar todo; Diana, por otro lado, estaba bastante emocionada, pues era la primera vez que por fin su relación iba a progresar de verdad.

Bueno, yo sé lo que va a pasar y sé que ustedes también se imaginan las posibilidades, pero para suerte de la despistada castaña, Diana tuvo un lapsus1, en el cual le reveló a Chariot que irían a una cita, y bueno, el suceso fue bastante curioso...

La rubia se encontraba caminando por el pasillo, como siempre con una mirada juzgadora y elegante, pero en ese momento de lapsus, no pudo evitar que una sonrisa gentil se asomara por su rostro; esta sonrisa fue captada por Chariot, quien estaba caminando hacía la biblioteca con un par de libros.

– Es raro verte sonreír de esa forma. –Comentó la maestra.

Y sin hacer sinapsis aún, Diana le respondió:

– Es que hoy tendré una cita.

Siguió caminando, para cuando se dio cuenta del error que había cometido ya estaba bastante lejos de Chariot, lo único que pudo reconfortarla es que Chariot no sabía de la relación que sostenía con Akko, o bueno, ella pensaba que la pelirroja no lo sabía cuando en realidad sí.

La educadora, sabiendo exactamente a quien se refería Diana buscaría la manera de molestar un poco a Akko, quien se despertó hacía la una P.M, e hizo los planes con sus amigas media hora después de despertar.

Así que mientras Akko caminaba de vuelta a la habitación después de ejercitarse, cuando de pronto Chariot le preguntó susurrando a qué lugar irían, Akko confundida inquirió que de que hablaba y cuando la maestra le recordó la cita, Akko no pudo parecer más preocupada, así que salió corriendo a toda velocidad con dirección a su cuarto, en donde se puso el uniforme, –que era lo más elegante que tenía en su guardarropa– y le dijo a Lotte y a Sucy que no podría ir a cenar con ellas ya que tenía un pendiente con la maestra pelirroja, salió a toda velocidad sin dar explicación extra.

Llegó y tocó la puerta de la habitación de su novia, quien atendió envuelta en una bata de baño...

– Si, vine, podemos, ir, a, cualquier, lugar, que, gustes. –Dijo Akko entre cortada por su falta de aliento ya que el tramo desde su habitación hasta la de Diana no era corto y además había corrido mucho más rápido que cualquier otro día.

– Akko, solo son las seis de la tarde. –Dijo Diana en un tono soberbio y burlón. – Además, te pido que tomes un baño que tu olor es bastante fuerte, cuando termines, nos podemos ir, ¿okey?

Akko, se puso roja de la vergüenza, pero al final decidió aceptar e ir a tomar un buen baño y ponerse un uniforme bien limpiecito, en el camino le contó a Chariot que tuviera cuidado para que no la vieran sus amigas, ya que les había dicho que tenía un pendiente con ella, pero antes de que la pelirroja pudiera reclamar, Akko se alejó corriendo dejando a Chariot en un estado de alerta.

Después de tomar un buen y largo baño, Akko por fin estuvo lista hacia las siete y media de la tarde, fue a la habitación de Diana quien portaba un vestido bastante casual, de color negro, tipo mandil, pero que de algún modo desprendía elegancia y clase.

Pidieron permiso para ir a hacer algunas compras, lo cual dejó bastante confundidas a las maestras encargadas de dar le pasa de salida, pero pues "es Diana, ¿Qué podría malir sal?", Quien hiso de choferesa fue Diana, pues su manejo con la escoba era claramente mejor que el de la castaña...

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