El plan era sencillo, ni él, ni Aziraphele podían evitar que el anticristo tocara la tierra sin que sus "lados" se dieran de que se conocían y eran... algo. Tanto cielo como infierno estaban de acuerdo en que la pelea final se acercara y de esta manera ver cuál de los dos lados era mejor.
"Mi casa es más grande que tu casa" es una pelea común entre ambos bandos desde la existencia del tiempo mismo.
El inefable plan había comenzado y tanto el ángel como el demonio sabían que lo único que ahora podían hacer era encargarse de que ese niño, hijo del mismo diablo, de manera discreta para que se convierta en alguien "Bueno" que amara la humanidad tanto como ellos lo hacen, y así, evite sus instintos y no la destruya.
Crowley deja su amado auto mal estacionado afuera de la biblioteca gigante de Aziraphele. Nunca entenderá exactamente cuál es el amor del ángel por ese tipo de lugares, solo se llenan de polvo y algunos animales extraños de los que nunca entenderá porque dejaron entrar al arca (Y perdieron al maldito unicornio).
Por alguna extraña razón siempre huele a velas de manzanilla, vino tinto y té, tan común como el mismo olor de Aziraphele desde que está establecido en Londres.
–Tenemos un problema –Espeta Crowley cerrando la puerta con fuerza en cuanto entra a la biblioteca, causando que algunos libros se caigan por el portazo.
Aziraphele, con su típico traje ingles color hueso y enorme sonrisa en el rostro, quita su atención del libro en sus manos y la pone directamente en el demonio haciéndole una señal para que pueda sentarse junto a él mostrando seriedad ante la situación, lo más serio que puede llegar a ser su angelical existencia.
–¿Qué es lo que sucede? ¿Te duele algo? –Pregunta preocupado. Crowley pasa una mano por su cara con frustración y quita sus lentes de sol para poder ver directamente a los ojos del ángel aun cuando normalmente le apena que él le vea sin ellos ya que sus ojos de "sucia serpiente" nunca han sido del agrado de nadie, ni siquiera del espejo para sí mismo, pero necesita demostrar toda la sinceridad que pueda.
–No pude haber hecho nada para detener eso, ángel, te lo juro.
Aziraphele se aleja considerablemente de él inseguro de sus acciones –Es algo... ¿Demonial? –Pregunta, Crowley asiente frenéticamente, tragando saliva.
Desde la existencia de la humanidad ambos han rondado en el mundo juntos (Aunque no tan intencional como parece), son compañeros, mejores amigos y su amor está más allá de algo que los humanos romantizarían, son únicos en la existencia y son el uno para el otro. Pero, aun así, aunque ellos sean la misma definición de almas gemelas, media naranja y romance, Crowley sigue teniendo miedo de como Aziraphele lo ve.
Es un ángel, se le enseño a odiar todo lo malévolo y aunque Crowley nunca le ha demostrado maldad real, y Aziraphele lo sabe, pero sigue siendo la serpiente que causo la perdición de la humanidad, así que cada vez que obedece alguna orden o finge hacerlo, teme que su ángel se aleje por miedo.
No lo culpa, no podría, Azira, es el ángel más puro de toda la existencia misma, sabe que no puede evitar tener miedo, su ansiedad y conocimiento no le deja pensar algo mejor.
–Puede que haya perdido al niño. –Dice entre dientes, ahora evita por completo la mirada del ángel con vergüenza, después de haber transmitido el mensaje.
La expresión de Aziraphele cambia repentinamente de su "yo" relajado y feliz sacado de una galleta de felicitaciones al Aziraphele ansioso listo para morir por el terror o entregarse a las autoridades para ser castigado.
–¡¿PERDISTE A NUESTRO NIÑO?! –Pregunta exaltado. Crowley frunce sus labios y asiente.
–Perdí al anticristo...
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El hijo inefable (Sterek/destiel/Ineffable Husbands)
FanfictionCrowley tenía un solo trabajo, cuidar del anticristo y lo arruinó ya que este termino en manos de Dean y Castiel quienes tienen que cuidar que no inicie el fin del mundo. Stiles solo quiere divertirse. ACLARACIONES. Creo que la serie más necesaria...