Capítulo 9.

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Era un lugar oscuro, pero se seria tanto calor como si el mismo infierno se estuviera incendiando y probablemente era por eso. El infierno le estaba dando la bienvenida de nuevo.

Sam se movió alrededor del lugar, sabía que era un sueño, pero no por eso podía relajarse solo significaba, como con sus sueños anteriores, que no era real en este momento, pero lo más probable es que lo fuera en un futuro muy cercano.

–Tío Sammy –Escucha la dulce vocecita de su sobrino, pero no el que conoce ahora, si no el pequeño, travieso e inteligente de tan solo 8 añitos. Estaba sonriendo sentado en la silla de Lucifer con una paleta de caramelo entre sus pequeños labios.

–Stiles... -Murmura asustado –Stiles, tenemos que irnos de aquí –Le grita preocupado.

El niño le sonríe con malicia y se recuesta dejando su cabeza colgando fuera de la silla divirtiéndose, entonces Sam puede ver al niño anticristo frente a él.

–Pero no quiero irme –Espeta molesto, levanta una mano y Sam siente como si aquella pequeña mano estuviera sobre su cuello evitando que el aire llegue a sus pulmones –Estoy en casa.

Sam pone sus manos sobre su cuello en pánico y jala aire –No.… tus papás... Dean te está esperando...

Stiles se burla, entonces Sam cae al suelo volviendo a poder respirar –Dean, Dean, Dean. Donde todo era Sammy ahora es Dean ¿No te molesta? –Pregunta con su dulce voz, Sam niega molesto, si no fuera su sobrino bebé lo hubiera golpeado. –Déjame entrar, Sam, es tiempo de reclamar al chico.

Sam levanta la vista y por un momento preferiría no haberlo hecho, pues ya no está su dulce sobrino frente a él, sino Lucifer y desgraciadamente por primera vez puede ver el parecido entre ambos que causa un escalofrió en su espalda.

Lucifer junta su frente a la de Sam y sonríe, entonces se acerca lo suficiente como para besarlo y todo se convierte en negro y puede escuchar una trompeta sonando a lo lejos.

...

Castiel estaba a un pelo de ir a Beacon Hills por su hijo, ese maldito perro y Parrish.

Y lo hubiera hecho, probablemente, sino fuera porque Crowley y Aziraphale aparecieron en su entrada antes de que saliera con su espada ángel para traer a su bebé de la oreja.

–¿Qué hacen aquí? –Pregunta confundido, Crowley se encoje de hombros y mira a Aziraphale para que diera la respuesta.

–Bueno, estamos aquí para ayudar como siempre. –Dice con una sonrisa ansiosa. Castiel siente que algo de Dean se le ha pegado a lo largo de los años, porque esta a punto de decirle una grosería. –Con el despertar de Stiles (En todas las formas posibles) está llegando pensé que podríamos ayudar... estoy SEGURO de que Crowley puede ayudar.

El demonio parece sonrojarse ligeramente, entonces su mirada se junta con la de Castiel, el ángel suspira, no puede enojarse con quienes podrían salvar a su hijo por más que quisiera gritarle por arriesgarlo.

Sabe que no pueden evitarlo, que sucederá tarde o temprano, que habrá un momento en que ellos necesitaran detenerlo, pero entre más pasaba el tiempo más crecía su ilusión de que no sucediera, que probablemente podrían simplemente detenerlo, hacerlo cambiar, ahora parece que el tener una familia tan peculiar es lo que lo arrastra a ser el anticristo.

Se mueve hacia un lado para dejarlos pasar y camina hasta la sala.

–¿Dónde está el diablillo? –Dice Crowley, después recibe una mirada asesina de Castiel –¿Demasiado pronto para decirle así? –Pregunta. Aziraphale suspira.

El hijo inefable (Sterek/destiel/Ineffable Husbands)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora