El hijo inefable (Sterek/destiel/Ineffable Husbands)

Capítulo 4.

–Oh dioses –Espeta Stiles al ver a Derek caer de cara al suelo. Pone sus manos sobre el cuello del lobo e intenta buscar su pulso, gracias a cualquier deidad si lo encuentra –Está vivo. –Dice alegre.

–No creo que sea algo que debas de festejar –Murmura Dean, Castiel se encoje de hombros.

–No creo que venga con una manada, es un alfa, pero tal vez es un lobo solitario –Dice ignorando el comentario de su papá –No podemos dejarlo aquí.

–¡Claro que podemos!

–Dean... –Murmura Castiel intentan que su esposo se calme.

–Papá, está herido y hay un buen de cuerpos por todos lados, si alguien llega y lo ve podría matarlo. –Dice mirándolo con sus característicos ojos de cachorro, Dean gime evitando la mirada de su hijo. –Solo será un momento hasta que se recupere.

–Llevar a un lobo a nuestra casa no es una buena opción, chico, no podemos simplemente darle nuestra ubicación a los monstruos para que nos maten –Espeta Dean, Stiles pone los ojos en blanco –No me pongas esa cara, considerando tu posición tampoco podemos arriesgarte y lo sabes.

–Es un alfa, literal lo peor que podría hacer es morder –Se burla Stiles. Dean frunce los labios listo para pelear hasta que Castiel pone una mano sobre su hombro.

–Siempre podemos matarlo si pasa algo –Le asegura Castiel, Stiles asiente varias veces de acuerdo, aunque sabe que no tendrán que hacerlo, algo le indica que Derek es bueno. Entonces Dean suspira, no hay manera de que gane esta pelea.

–Bien –Dice molesto –Ayúdame a subirlo a baby.

Stiles sonríe feliz y cuidadosamente vuelve a levantar a Derek dirigiéndonos al auto, el perro, Dean y Castiel le ayudan a levantarlo.

Stiles sube feliz al auto acunando el rostro de Derek sobre sus muslos cuando el perro sube también.

–Oye, no, no, no, la bestia no va ir –Dice Dean gimoteando molesto, Stiles lo mira incómodo.

–¡Pero me salvo la vida! Es un perro tan listo –Insiste, Dean pone los ojos en blanco.

–¿Qué hemos hablado? No puedes tener perros, tus abuelos son alérgicos –Miente, lo que sea que tiene que decir para evitar que su hijo comience el fin del mundo, lo dirá.

–¿En serio? ¿Un ángel y un demonio tienen alergias? –Pregunta Stiles con sarcasmo. Dean frunce los labios molesto y Castiel no puede evitar reír.

–No es no, Stiles.

Suspira viendo que ha perdido la pelea, entonces ayuda al perro a salir del auto.

–Lo lamento, amigo –Dice triste acariciando su pelaje –Eres un gran chico –Acaricia su cabello hablándole con una voz feliz. –Aléjate de los problemas ¿Si?

Castiel mira a Dean con los brazos cruzados sobre su pecho, entonces el cazador lo mira confundido ¿Qué demonios hizo ahora para enojarlo? Entonces ve una señal nada discreta hacia afuera del auto donde Stiles y el perro se están despidiendo. Sabe que Dean podría decir que si a mantener un cachorro cualquiera, pero al saber que eso es un perro del infierno (y que murió por culpa de uno hace un largo tiempo) no piensa mantenerlo, por más adorables que se vean juntos.

–Si es lo que suponemos, no va importar si lo dejas entrar al auto o no. –Asegura Castiel. Dean gime molesto, sabe que es cierto.

Tener un hijo adolescente es difícil, pero ¿Tener al anticristo adolescente de hijo? Más que solo épico, en serio.

Saca su cabeza por la ventanilla mirando hacia Stiles y le grita –¡ESTA BIEN!

Stiles voltea asombrado y deja salir un grito feliz mientras abraza al perro con fuerza, entonces corre hasta la ventana y pone un beso en la mejilla de Dean haciendo que se sonroje.