El hijo inefable (Sterek/destiel/Ineffable Husbands)

Capítulo 5.

Dean tenía una cerveza en su sobre la mesa, algunas ya moviéndose en su estómago y un álbum de fotos en sus manos.

¿Qué sucede con el mundo? Acepta que ama a Castiel, acepta tener una vida con él que se parezca algo humano, a amor que probablemente nunca recibió como debía ser, pero no podía tener algo normal claro que no.

Sabe que el problema es él, probablemente está más que simplemente maldito. Hubo un tiempo en su vida que tuvo una vida humana, hasta a alguien que quería como un hijo, lo arruino porque no dejaba de extrañar la vida normal que lleva, salvar gente, cazar cosas...

–¿Papá? –Pregunta Stiles llamándolo mientras baja por las escaleras, entonces se sienta junto a él –¿Tuviste una pesadilla?

Dean niega con una sonrisa triste en su rostro. Tener que cuidar de su hermano Sam le dio el camino correcto para criar a Stiles, Castiel tenía el instinto cuando se trata de hacer... cualquier cosa, pero Dean no, esta tan acostumbrado a intentar hacer lo correcto y todavía ser castigado por ello que agradece tener un poco de experiencia antes de que Stiles llegara.

–¿Qué haces fuera de la cama? –Pregunta. Stiles gime frunciendo sus labios y dejando caer su cabeza en el hombro de Dean.

–Es algo... raro –Murmura. Antes de que pueda decir algo más, el gran perro corre hacia ellos y se pone a sus pies, Dean bufa al verlo, pero aun así baja su mano para acariciarlo. –Siento como si... burbujearan mis manos, cono si debería hacer algo.

Dean mira hacia las manos de Stiles como si esperara que algo pasara, pero nada lo hace.

–Pensaba llamarle al tío Sam, tal vez el sabría algo. –Dice incómodo. Dean asiente.

Aunque Stiles le pudiera llamar no le darían una solución y probablemente hasta él lo sabe.

–Quede en Princeton, media beca –Dice encogiéndose de hombros restándole importancia, su padre deja salir una sonrisa llena de felicidad la cual le contagia.

–Estoy orgulloso de ti, Stiles –Dice acariciando el cabello de su hijo, Stiles asiente tristemente, entonces Dean recuerda la cacería.

Stiles es como él, por más que desea que así no lo sea, sabe que Stiles quiere su aprobación por lo que hace en las cacerías, no por sus estudios, así que suspira.

–La forma en que salvaste al lobo fue asombrosa, para ser tu primera cacería fue estupenda –Dice, aunque cada palabra le pesa, entonces algo se posa en su mente y espera que Castiel no lo mate cuando se entere. –Sería bueno que nos acompañes de ahora en adelante, tal vez aprendas a defenderte de nuestro tipo de cosas cuando no estamos, sin usar tu...

–Si lo sé, "eso" –Dice haciendo comillas con sus manos. –¿Lo dices en serio? ¿Puedo cazar? –Pregunta entusiasmado, por un momento olvida por completo al cosquilleo en sus manos y se levanta feliz del sillón seguido por su perro –Gracias, no te arrepentirás, lo juro.

Dean le ve irse y su sonrisa cae poco a poco.

Arrepentirse.

–No deberías de preocuparte tanto –Comenta Castiel acercándose para sentarse junto a él. Dean pone sus manos sobre el rostro del ángel y lo acerca para besarlo, buscando que el sentimiento de aquel beso sea suficiente para anclarlo de nuevo a la realidad.

–Te amo, Cas, pero necesito que te preocupes conmigo en esto.

Castiel asiente volviendo a juntar sus labios. –Está bien.

–¿Cómo será esta vez? ¿Simplemente llegara el fin? –Pregunta Dean con miedo a la respuesta.

–Sera como antes: guerra, hambre, peste y muerte. Él es más poderoso de lo que podemos saber, simplemente causo el inicio al ponerle nombre a un perro, entonces no creo que podamos esperar mucho, más que más trabajo.