—Oye papi, lo que hiciste esta mal— hablo Sunnie con una sonrisa llena de inocencia o al menos lo aparentaba muy bien.
—¿Que fue lo que hice mal?— pregunto el mayor.
—Bueno... Mamá dice que jamas debo ayudar a los demás o dejar que me usen sin obtener beneficio— la niña tomo asiento y sonrió —Y tu siempre dices que deberia volver las cosas a mi favor cuando no lo estén y tu me usaste por que no quieres compartir el oro y no veo que me beneficie, tendre que decirle a mamá que tu...
—No, no, no le digas a tu mamá, va matarme si se entera que te use como salvavidas ¿Dime, Que quiere mi princesa?— interrumpio Vincenzo mirando aterrorizado a su pequeña le costaba mucho creer que tenia 5 años.
—Ahora quieres comprar mi silencio... recuerdo que dijiste que si alguien intentaba hacerlo me dijiste que debo ponerle una cibra muy alta— la niña sonrió y Vincezo la miro incrédulo.
"hemos creado un moustro"
—¡Llévame al parque de atracciones!— dijo la pequeña con entusiasmo.
Y ahí estaba el magnate hombre de negocios, el mafioso mas temido en italia y asesino de incontables personas, con un gorrito de conejo mientras que en una mano llevaba un algodón de azúcar y en la otra tenia la mano de su pequeña quien saltaba alegremente.
—Pudiste decirle a Lorenzo, yo tengo muchas cosas que hacer— se quejo el italiano.
—Nop, paso tanto tiempo con el que la gente piensa que es mi papá... hasta yo de vez en cuando— Hablo la pequeña mientras disfrutaba de su helado.
Vincenzo la miro con cierta tristeza, no había podido pasar tiempo con su niña desde hace mucho e incluso cuando la volvió a ver en el aeropuerto se preguntó ¿En que momento había crecido tanto?, se estaba perdiendo los momentos mas hermosos a su lado.
—Oye, ¿sabes que te amo? Porque e serio te amo mucho— dijo Vincezo mordiendo el algodón y la niña sonrió.
—Yo tambi- ¡Papi! Dijiste que no querías algodón y ahora te estas comiendo el mio— dijo la niña con una leve risita al final.
—¡Tu te estas comiendo el helado!— se defendió Vincenzo.
—Si, pero era para después— dijo Sunnie quien miraba como su progenitor seguía comiéndose su algodón —pensé que estabas viejo para comer golosinas.
—¡Oye!— Vinecenzo miro ofendido a su hija y Sunnie comenzó a correr entre risas mientras que el mayor iba tras ella.
☕︎
—A la otra debes recuerdarme rentar todo el parque— bufo Vincenzo con cierto fastidio mientras que Sunnie asentía algo desesperada.
Estaban haciendo fila para subir al carrusel, llevaban mucho tiempo donde mismos pero valía la pena, esa nave espacial valía la pena.
—Y no quieres que mejor te lo compre— volvió a hablar Vincenzo.
—No papá, pierde la magia— dijo la pequeña.
—Bien, bien.
Unos cuantos minutos mas y los Cassano ya se estaban peleando con un niño y otro señor por la nave.
—Señor mi hijo llego primero— dijo aquel hombre alto con bigote
—mi hija lo vio primero—atacó Viencenzo.
—Es una niña la nave espacial es para los niños tu puedes subirte a los ponis— se quejo el niño desconocido.
—Tu deberías subirte a un bote de basura queda mejor contigo— defendió la niña.
—Vamos Jonh podemos subirnos después, deja que la dama vaya primero— hablo el señor.
—¡pero yo quiero ir primero!— su papá lo miro mal y el niño accedió para después bajarse del juego.
—Appa...
—Cielo...
Vincenzo y Sunnie hablaron al mismo tiempo y después sonrieron, Vincenzo miro como el niño y el señor esperaban pacientemente la otra ronda.
—¿Quieres que te lo compre para que esos sin cultura no se vuelva a subir?—sonrió Vincenzo y Sunnie asintió.
—Aunque papá, no debes malgastar tu dinero, mamá va enojarse.
—shh será nuestro secreto.
☕︎
—¡La quiero!¡La quiero!— Sunnie saltaba de un lado al otro mientras agitaba el brazo de Vincenzo.
El italiano juraba jamas haber visto a su hija querer tanto un peluche como ese enorme pedazo de algodón en forma de estrella, pero en cuanto vio que tenia que hacer intento escapar.
—Ya es muy noche, el tío de seguro se siente solo.
—Pero papí es ¡Una estrella enorme!
—Puedo comprate 10 si quieres, pero ya vamos que tengo muchas cosas que hacer.— dijo Vincenzo haciendo que la pequeña bajara la cabeza con tristeza.
—No, gracias papá— supiro Susan, talvez tenia razón su papá, hubiera sido mejor venir con Lorenzo —Mi tío me consiguió a toby en un juego, le dire a el que me traiga otro día— dijo Sunnie dandole una sonrisa para que no se preocupara —Se que estas ocupado, perdón por molestarte papá.
Vincenzo la miro, ¿Que había hecho? Jamás pasa tiempo con ella y solo la estaba alejando.
—tu no eres ninguna molestia, ven papá va conseguirte esa estrella.
Sunnie lo miro con tanta ilusión que le dio el valor que vincenzo necesitaba.
El reto? comer tantos cupkcake como fueran posible en 3 minutos. Pero ahí estaba Vincenzo comiendo a mas no poder mientras que Sunnie lo animaba y justo cuando el tiempo se iba a terminar metio el último pastelillo a su boca ganando el juego.
—Creo que voy a vomitar— dijo Viencenzo quien se tambaleaba.
—¡Eres el mejor! ¡El mejor!— saltaba de alegria Sunnie mientras abrazaba su estrella.
De un momento a otro ya se encontraban en un baño mientras Vincenzo vomitaba y Sunnie lo esperaba afuera sentada detrás de la puerta.
—Lo siento papí— Susan se disculpo abrazando aun más a su estrella, se sentía mal por su papá.
—Estoy bien amor, no te disculpes que no es tu culpa— dijo Vincenzo quien salio del baño después de enjuagar su boca.
Vincenzo se puso a la altura de su pequeña y extendió su meñique.
—Prométeme que no le dirás a nadie.
—Lo prometo.
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Apariencias ||ᵛⁱⁿᶜᵉⁿᶻᵒ ᶜᵃˢˢᵃⁿᵒ ☕︎
RandomUna mafiosa italiana quien aparenta tener una vida normal, cambía radicalmente cuando recibe una inesperada noticia que la hace viajar dejando su vida llena de tranquilidad en el olvido, encontrando en el camino viejos y nuevos enemigos a quienes no...