El miedo es de las emociones más fuertes del ser humano y el que mejor sabia manejar la mafía. Era por eso que Jang se encontraba en esta situación, porque lo había olvidado. Había olvidado que Vincenzo pertenece a una organizacion donde la palabra piedad no estaba en su vocabulario, que no era un adversario común porque su actuar siempre sería diez veces más cruel.
—Saben... matar a mi madre no fue no fue solo una maldad, fue algo muy estúpido.— Y cuando los presentes comenzaban a agonizar, Vincenzo hablo. —Se que intentaron matar a muchas personas e incluso intentaron matarme a mi, pero ¿Saben porque no los mate?.
Un suspiro salió de sus labios mientras su mirada seguía inexpresiva. No sólo el miedo estaba en ese lugar, si no que tambien se había instalado la intriga.
—Porque era una molestia— Su respuesta provoco miradas ansiosas y una risa burlona por parte de Regina. —Tenía solo un trabajo que hacer, así que... si los mataba iba a ser un problema— Vincenzo tomo asiento al lado de Jang, le dio un trago a la copa de Regina y luego volvió hablar. —Pero no lo sería matar a gente insignificante. De todos modos ahora deben morir.
Entonces con esas palabras hizo que todos gritaran y temieran porque esos serían sus últimos minutos de vida y aun asi, con todo el caos que había provocando Vincenzo siguió hablando.
—Verán, tengo un principio "Una muerte sin dolor es una bendición".
Y eso solo pudo provocar más lamentos, pero Vincenzo se apresuro a que no tuvieran una idea errónea.
—No tengan miedo no los matare hoy. Pero quiero que sepan que les provocare dos cosas: una humillación peor que la muerte y una muerte lenta. —Un silencio se planto en el lugar y su mirada había dejado de estar clavada en ellos para mirar a la nada absorto en sus pensamientos, como si estuviera imaginado lo que les haría y fue entonces que susurró en el momento justo—Experimentarán cada etapa de dolor. —Haberlo escuchado solo pudo incrementar las pesadillas que tendrían esa noche.
Entonces Vincenzo se levantó y con la idea de que había sido suficiente por hoy, decidió marcharse.
—Ocupate de esa basura, y ni se les ocurra acusarme, si no la gente se va enterar de quien dio la orden.
Pero cuando llego al lado de Regina y esta le susurro al oído que habían descubierto su mas precioso secreto con la mirada fija en Jang, supieron que aún no se terminaba.
—Una cosa más... si meten a mi hija en esto, no tendrán ni tiempo para respirar.— Con su última amenaza se dio media vuelta, pero nuevamente regreso a estar frente a frente con Jang y bajo la antena mirada de todos dijo. —Voy a darte un adelanto.
Levanto el arma y apunto entre sus cejas, pero entonces sonrió y movió el arma disparando directamente a la oreja destrozandosela en segundos y provocandole uno de los dolores más grandes de su vida.
Y ahora si, se marcharon como lo que eran, una pareja, la pareja que les haría la vida insufrible.
☕︎
Durante el camino a la morgue Vincenzo no habia dicho ni una sola palabra, su mente seguía ida, fue entonces, justo antes de entrar que unas pequeñas lágrimas lo delataron, pero antes de que Regina mencionara algo, hablo.
—Llama a Lorenzo y dile que lleve a Susan a italia, a la casa en Roma.
—¿A italia?.
—Sin tu padre en el mapa, ahí estará a salvo.
Regina no dijo más, hizo lo que le dijo y luego tomo su mano dando un ligero apretón. Abrieron la gran puerta y fue como si un montón de peso les cayera encima. ChaeYoung los esperaba ahí, cabizbaja y con lágrimas acompañando el cadáver de lo que fue su madre.
Regina se acerco a Chae y ambas se unieron en un abrazo mientras Vincenzo descubría el rostro de la Señora Oh, su dulce madre.
—Mamá...
Los sollozos desconsolados del italiano se hicieron presentes y el corazón de Regina se hizo añicos por sus murmuros e inconsolable llanto, pero aún así, la pelirroja no pudo hacer nada más que consolar a Chae quien también sufria y esperar a que el amor de su vida se despediera de su madre.
Fueron 4 días de lo que Vincenzo paso de visitar una cama de hospital a una lápida, se dio cuenta de lo mucho que anhelaba que su madre conociera lo que fue de él y de lo mucho que se perdio por su orgullo.
Regina observó a Vincenzo, su mirada inexpresiva en la lápida de su madre le provocaba sensaciones que le gustaría no tener, verlo sufrir le partía el alma y le daba inquietud que lo único que podía hacer era estar ahí, aunque para Vincenzo eso era más que suficiente.
—Señora Oh, creo que deberiamos empezar de nuevo— Regina suspiro y con un nudo en la garganta comenzo a despedirse de una persona que le hubiera encantado haber conocido mas —Ojala hubiera podido haberme presentado como la compañera de su hijo pero creo que usted ya lo sabia... puede irse tranquila que Vincenzo a crecido bien, es un hombre fuerte, amable, amoroso, un buen padre y un buen esposo. Ya no esta solo, esta rodeado de personas que lo quieren y van a estar para el, no se preocupe porque desde hace 6 años tiene una familia que lo adora y puede que sea chiquita pero tenemos tanto amor para dar, puede descansar en paz porque su hijo ahora esta en buenas manos y juro que no voy a soltarlo.
Vincenzo agradecia haber conocido a Regina porque cada parte de ella lo hacia sentir bien, se habia convertido en su lugar seguro y aquellos abrazos solian calmar sus tormentas. Este momento era la prueba de lo tan necesaria era la calma que le traia a su vida porque solo entonces, cuando la pelirroja se acerco a abrazarlo fue que Vincenzo decidió hablar y desahogarse en sus brazos.
—Su hijo regreso después de 30 años y eso le terminó provocando la muerte. Si yo no hubiera aparecido ella podría haber vivido más tiempo.—las palabras de Vincenzo salían con un llanto silencioso mientras era consolado por Regina —Finalmente, estoy en el infierno, en el infierno del remordimiento.
—No, duro poco tiempo... pero le diste felicidad eterna a tu madre y ella lo hizo contigo.— Regina lo miro a lo ojos mientras limpiaba sus lagrimas con sus manos y le ofrecía una sonrisa llena de calidez —Cuando tu dolor sane, vas a darte cuenta.
—Sabes lo que mas me duele es que ya la extraño, extraño a mi mamá.
Fue entonces que ya no soporto el nudo que estaba aguantando en su garganta y comenzó a llorar, las lágrimas comenzaron a desbordarse y los sollozos aumentaron. Regina lo abrazo mientras soportaba las ganas de llorar, porque ver al amor de su vida de esa forma le destrozaba el alma.
La pelirroja miro el reloj, estaba esperando al señor Choi porque aunque estaban de luto, tenían que encontrar la forma de hacer pagar a HanSeok.
Cuando el timbre sonó, Vincenzo abrió la puerta y el señor Choi entró con un maletin, justo lo que esperaban.
Sus armas favoritas.
—¿Porqué no matamos a HanSeok y a Myunghee, y terminamos con esto?
—Bueno, porque no es una venganza, esta jugado al ajedrez.—Respondió Regina abrazando a Vincenzo por la espalda mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa burlona.
—hoy moveremos un peon.
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Apariencias ||ᵛⁱⁿᶜᵉⁿᶻᵒ ᶜᵃˢˢᵃⁿᵒ ☕︎
AcakUna mafiosa italiana quien aparenta tener una vida normal, cambía radicalmente cuando recibe una inesperada noticia que la hace viajar dejando su vida llena de tranquilidad en el olvido, encontrando en el camino viejos y nuevos enemigos a quienes no...