Astronomathgic: Los Oscuros

Capítulo 82: "Muerte en un parpadeo"

Todo el ejército de Amstrong los estaba defendiendo del peligro que tenían en frente de ellos; los tanques no dejaban de disparar obús que arrasaban con los soldados enemigos, mientras que los aliados iban atacando con gran valentía a los rezagados que intentaban escapar o esconderse. El combate estaba siendo una auténtica masacre y pérdida de vidas para los subordinados de la Shogun, pero ella no ordenó la retirada por ese mismo orgullo que llevaba.

❈ ¡No retrocedan! ¡Son simples alimañas! ❈

Ella intentaba motivar a su ejército, pero la guerra estaba casi perdida por culpa de la emboscada que lograron ejecutar de forma sublime por los aliados de Amstrong; aún con sus bajas, ella siguió resistiendo para contraatacar.

» Tenemos que ir, es la única forma de ganar. «

Amstrong sabía que si la Shogun usaba su magia contra humanos convencionales, estos morirían en cuestión de segundos, por lo que debían detenerla antes de que se le ocurriera algo así a la tirana.
Ledwids le extendió la mano a Eve mientras mantenía una sonrisa maliciosa, haciéndola entender que quería luchar a su lado una vez más, a lo que Eve le apretó la mano y no solo eso, sino que también lo abrazó con fuerza; Amstrong creyó que era por cariño aquel abrazo, pero pronto lo olvidó cuando Eve lo hizo girar, y lo lanzó contra la Shogun para que se pelearan como si fueran dos gatos en la azotea a media noche.
La Shogun recibió a Ledwids de una patada en la cara que lo dejó más tonto que antes, a lo que Amstrong se levantó para devolverle el favor con un golpe contundente a las costillas de la tirana, arrastrándola con sus pies sobre la tierra hasta una distancia de 5 metros; seguidamente, la Shogun invocó un cañón gigante hecho de electricidad, que por obvias razones, disparaba balas eléctricas.

» Esto es malo. «

Amstrong estaba con una cara de poker, ya que tenía la salida del cañón prácticamente rozando su nariz; de un solo disparo, la Shogun arrastró a Ledwids hasta el otro lado del campo con un solo tiro, mientras que la tirana se abalanzó sobre Eve para empezar a atacarla con sus veloces y molestas mariposas oscuras, que intentaban atrapar a la amiga de Ledwids. Eve no era una princesa indefensa que requería ayuda de su príncipe, por lo que de un solo ataque gravitacional despejó una pequeña zona de todas esas mariposas, y, mientras mantenía una sonrisa macabra, hizo plantearse a la Shogun si realmente fue buena idea haber ido por ella.

☮ Apártate. ☮

Eve creó una pequeña área con tanta gravedad que la misma Shogun no pudo superar, hundiéndola en la tierra hasta unos cuántos cientos de metros dentro de la corteza del planeta. Después de haberla dejado sumergida en las rocas del planeta, Eve apuntó hacia el ejército de la Shogun con ambas manos juntas.

☮ Siempre quise probar esto. ☮

Concentró la corriente de aire del planeta dentro de una esfera gigante de su lado izquierdo, mientras que del lado derecho concentró el fuego que empezó a absorber de los disparos de ambos bandos, para formar una esfera del mismo tamaño que la de aire; después de eso, empezó a juntar ambas esferas y hacerlas rotar a gran velocidad entre ellas, ocasionando vientos aún más extremos que los de un huracán categoría 5; ambos ejércitos estaban boquiabiertos al presenciar el espectáculo de Eve, no podían creer lo que estaban viendo. Todos tuvieron que agarrarse a los árboles y a piedras grandes que estaban por ahí, solo para no salir volando; incluso los tanques empezaron a ser absorbidos por la enorme fuerza de viento que estaba generando ella al hacer rotar sus dos esferas. Después de tanta perturbación en el aire, ambas esferas colisionaron para unirse en un solo gigante y devastador ataque que nunca antes se había presenciado.

☮ Cumulonimbus Ígneo. ☮

Un tornado de fuego del tamaño de 4 estadios de fútbol fue lanzado hacia todo el ejército de la Shogun, haciéndolos desaparecer en un instante, dejando a los demás aliados sin una sola palabra que pudiera describir lo que sentían. Amstrong había presenciado el espectáculo que había hecho Eve, quedando atónito ante tal poder que pareciera ser incluso mayor al que él le había otorgado.