Mientras los demás estaban teniendo severos problemas en el mundo de los Oscuros, Aldrin se encontraba relajado hablando con las chicas sobre el futuro que usarían para que la humanidad prosperara en su nuevo planeta.
∅ ¿Cómo se supone que conseguiremos poner a esos viejos que mencionan de nuestro lado? ∅
∬ Tú serás la pieza clave, por supuesto. ∬
♨ Después de todo, el Gran Aldrin es famoso entre los habitantes de la antigua Tierra. ♨
La amabilidad de Eileen hizo que Aldrin se sintiera importante, logrando que accediera a cualquiera de los planes que pudieran tener.
☠ ¿Realmente es famoso? ☠
♨ No mucho, digamos que aunque sea 30 personas sabrán quién es. ♨
Aldrin estaba fantaseando con gobernar a todos gracias a su fama, sin saber que realmente nadie lo conocía. Por otra parte, Erze y los soldados de Exodust empezaron a soltar a la otra mitad de la nave para la reconstrucción de una nueva fortaleza.
∬ Si creamos una fortaleza nueva y mejor, se verán obligados a regresar tarde o temprano. ∬
♨ Pero, ¿Dónde podemos construir un nuevo Reino? ♨
Sin ningún aviso, Yue abrió un portal para presentarse ante todos los humanos que ya estaban fuera de la nave, manteniendo su aura de divinidad en todo momento.
㊊ Habitantes de otro planeta, permítanme echarles una mano. ㊊
Aldrin y ella ya se conocían, por lo que no dudaría en ayudar a quien alguna vez peleó a su lado. Yue les brindó explicaciones sobre dónde se estaban dirigiendo el resto de humanos, para que así pudieran construir un reino cercano y poder unirlos de vuelta; la información que la diosa les había dado era de suma confianza, ya que ella podía ver casi todo lo que ocurría en su planeta.
㊊ No dejaré que ocurra lo de Ledwids otra vez. ㊊ pensó con remordimiento.
A pesar de que fue ella quien lo desterró, le dolió ver cómo Amstrong se había vuelto alguien fuerte que ya no dependía de ninguna diosa ni de sus bendiciones. Guiados por la encarnación de la luna, llegaron a las tierras prometidas para empezar a construir el nuevo imperio de humanos en un planeta de magia y aventura.
∬ Nos dividiremos el trabajo, tendremos que optimizar el tiempo. ∬
Las tareas fueron entregadas por Ludmilla a cada uno de sus cercanos y conocidos: Beck se encargaría de armar al nuevo grupo por si se les ocurría atacar a los viejos, entrenando lo más rápido que pueda a los soldados de Exodust y algunos humanos que ya supieran artes marciales; Eileen se dedicó a la gestión de comida y a la recolección de información sobre el terreno, ya que necesitarían tierra fértil para hacer cultivos que les permitieran vivir por siempre en ese planeta; Aldrin haría todo lo relacionado a lo político, empezando a llamar la atención para que lo escogieran como su nuevo gobernante, teniendo que ayudar a otros lo mejor que pudiera en lo que sea que necesitaran; a Erze le dio tarea más importante, empezar la construcción de viviendas y centros de descanso para que todos pudieran estar tranquilos por las noches.
∬ Tenemos a mil millones de personas de nuestro lado, esto será fácil de avanzar. ∬
Por su parte, Ludmilla se encargaría totalmente de lo que serían los nuevos avances tecnológicos, así como la reconstrucción de sus Ludmis en caso de un ataque de Amalgamas. Las cosas empezaron a tomar forma en unos pocos minutos gracias a la colaboración de todos para un futuro próspero.
Mientras tanto, Amstrong se encontraba cara a cara contra quien había sido su dolor de cabeza desde que inició la aventura en este planeta, Pandora. Ledwids corría hacia ella para atacarla brutalmente con explosiones cataclísmicas, pero Pandora lograba esquivar todos sus ataques, realizando un contragolpe con sus tentáculos; Amstrong esquivaba de manera satisfactoria cada tentáculo de Pandora, pero se volvía casi imposible el poder seguirle el paso cuando usaba a sus Amalgamas para que la ayuden.
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Astronomathgic: Los Oscuros
ActionCon el odio de haber perdido a sus amigos, el que su mejor amiga haya sido secuestrada y que todos los planetas se estén destruyendo, Amstrong está realmente envuelto en ira con la cual piensa acabar con la fuente de todos los males y desgracias, Pa...