Capítulo 25 🏷️

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Otro mensaje más.

No me atrevía a apagar el teléfono, quería que lo siguiera intentando, quería saber que estaba tan arrepentido y que rogaría tanto por mi perdón, quería recibir sus mensajes por el resto de mi vida aún sabiendo que nunca se lo iba a perdonar.

Miré el celular, solo quería saber si ese arrepentimiento suyo podía durar.

"Estoy tocando tu puerta como un loco, por favor levántate y abre, quiero hablar contigo"

Ahora gracias a ese mensaje no me cuestionaba que había sido una gran idea venir a dormir a casa de Yoongi, además de que el tuviera decenas de habitaciones para ofrecerme y sin embargo no se negó cuando dije que quería su habitación no creía prudente molestar a Yejin justo el día en que tenía su primera actuación en público.

Me sentí bastante idiota ¿Cómo se me paso esto? Yo nunca era engañada, era más de las que engañaba, pero había abierto la puerta y le había dado la clave de todo a Jungkook en un papel que decía "Por favor rómpeme" Me sentía tan patética y sabía que esto me duraría días y siempre me recriminaría por ello.

Se supone que soy inteligente, audaz y fría y deje que el primer chico del cual me enamoré me rompiera el corazón.

Lo bueno estaba en que no había llorado después de ayer, estaba demasiado ocupada culpándome por no saberlo como para importarme reprimirlo.

Ja, ahora yo reprimía mis emociones, ese bastardo me lo había quitado todo, por suerte no me había convertido en una insegura y llorona adolescente de película, si pasara iría a golpearlo directo en las bolas y dejarlo sin descendientes así estaríamos a mano.

Cuando Yoongi entró a la habitación con una bandeja de desayuno en la mano me apresuré a tomar la sabana y cubrirme completamente con ella.

-Kiwi basta, no puedes esconderte toda la vida de mi.

-Puedo intentarlo -Dije debajo de las sabanas sintiéndome avergonzada por todo lo de ayer-

Cuando intentó quitarme las sabanas cedí demasiado rápido, no quería que Yoongi se hartara de mi y tener que volver a la residencia.

-No seas ridícula, aún no entiendo porque te avergüenzas por ello, no esta mal llorar.

-No digo que este mal llorar -Me senté de inmediato- Si crees que soy alguna de esas personas que dice que llorar es para débiles te equivocas porque yo...

-Lo sé Ivy, se que no eres ese tipo de persona, pero entonces ¿Qué es lo que te avergüenza? -Me mordí el labio evitando su mirada-

-Todo lo que dije ayer ¿Podrías olvidarlo? No sabía que me volvía tan incoherente cuando estaba triste -El ladeo la cabeza-

-¿Entonces quieres que te deje y que no volvamos  ser amigos? -Negué rápidamente con la cabeza, dios el me iba a hacer decirlo- ¿Entonces?

-Vale, esta bien, recuerda todo lo que dije ayer pero si le dices de ello a alguien más te cortare la lengua.

-Eso suena bien -Dijo con una sonrisa y rodé los ojos- Ahora come tenemos que ir a la universidad 

-¿Por qué? es sábado, no tienes clase y yo tampoco -Alzó una ceja, tal vez quería preguntar como sabía eso pero no lo hizo-

-Estoy seguro que no quieres usar la ropa de mi hermana y no es que te este echando pero no me gusta mucho estar aquí.

Bueno, no podía obligar a Yoongi a pasar tiempo aquí sabiendo lo poco que soportaba a su padre y hermana.

-Si Jungkook esta allí no dejare que te hable -Dijo al notar mis dudas-

Asentí y termine de comer, salimos de puntitas de su casa, ni idea de porque, no hacía falta ser una genio para ver que no había nadie, pero podía dejar que Yoongi creyera lo que quisiera, después de todo se estaba portando mejor de lo que nadie se había portado conmigo y eso era razón suficiente para no dejarlo como un tonto.

Try meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora