Capítulo 36 🏷️

80 15 3
                                    


Mire al rededor de nuevo y otra vez había algo que no me terminaba de convencer. Mire a Jungkook y el pareció percibir mi inseguridad.

-Es mejor de lo que parece -Dijo terminando el recorrido- Puedes creer que es un trabajo pesado pero en realidad solo te encargas del manejo de equipo para los clientes, proporcionar las toallas, cualquier inconveniente técnico y cierre o apertura del local -Dijo enumerándolas con sus dedos- No tienes que lidiar con personas directamente si así no lo quieres -Asentí como si lo pensara de nuevo-

-¿Y se supone que hare eso ocho horas al día todos los fines de semana?

Bueno para mi era demasiado, sabía que el trabajo me iba a consumir pero no quería pensar que ese trabajo requería estar rodeada de personas sudando por más de dos horas. Suspiré, lastimosamente esto era lo mejor que tenía.

-¿Por qué no le das una oportunidad? Si no te gusta siempre puedes renunciar -Claro y si su padre se enteraba rodaría su cabeza-

Observe de nuevo el lugar, al menos sus instalaciones eran lindas y mi vista se fue a la puerta cuando vi a un grupo de personas entrar y entre ellas un chico conocido. Sonreí en grande y levante mi mano en el aire.

-¡Chris! -Dije y antes de darme cuenta estaba caminando hacia el-

Me sonrió justo como imagine y también empezó a acercarse.

-Guau chica del gimnasio, realmente voy a dejarte ese nombre ¿Qué haces aquí? Pensé que entrenabas en el gimnasio de la universidad -Rodé los ojos y suspire-

-Lo hago, ahora trabajo aquí -Si, ni siquiera me había dado cuenta de lo rápido que eso había salido de mi boca-

-¿En serio? Genial -Dijo sonriendo- Me va a motivar más el ejercicio si sé que estás rondando por ahí, oh es el presidente estudiantil -Dijo señalando tras de mi-

Me gire y mire a Jungkook, ignore el hecho de que ahora Chris parecía saber quien era aunque antes no pareció reconocerlo de nada. Jungkook nos miraba justo desde el lugar donde lo deje, con los brazos cruzados y sin parpadear.

-Y está celoso, genial a este paso me ganare un ojo morado sin merecerlo -No pude evitar bufar-

-No seas idiota, ve a ejercitarte tus músculos se volverán flácidos -Dije tocando sus bíceps, y no, no estaban flácidos. El me sonrió justo como lo hizo la última vez que hablamos sobre Jungkook-

-Lo que digas entrenadora -Retrocedió unos pocos pasos- Pero ya sabes, cuando suceda quiero ser el padrino de bodas -Le fruncí el ceño y tome lo primero que encontré que resultó ser una botella de agua y se la arroje-

-¡Oye! -Dijo el dueño de la botella, hice una mueca y me incline-

-Lo siento -Dije antes de huir en dirección a Jungkook, lucía como alguien que me defendería aunque hubiera sido mi error-

-¿Entonces? ¿Podemos seguir? -Dijo sin tener una gran reacción-

-Oh ya no será necesario, trabajare aquí solo dime cuando empiezo -Me miró sin decir nada un segundo y suspiró-

-Puedes empezar mañana, vendremos juntos hasta aquí y no es una pregunta -Dijo antes de darse la vuelta e ir a donde un cliente que necesitaba su ayuda-

Suspiré y tome mi teléfono cuando este vibro con un mensaje de Minseo "SOS necesito que vengas a casa" Y no quería admitir lo horrible que me sentí al pensar que algo malo le podría haber ocurrido a Minseo ni tampoco lo rápido que salí del gimnasio y tome un taxi hacia allá.

Tan pronto como llegué simplemente le di un billete al taxista y sin esperar el cambio corrí hasta la puerta de la casa, parecía vacía pero vi los cristales del jarrón en el suelo y supe que tal vez estaba escondida, subí las escaleras corriendo hacia la habitación de Minseo mientras gritaba su nombre.

Try meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora