Entrenamiento (3)

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Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.

Un mes.

Un largo mes había pasado desde que Goku se fue a las profundidades del inframundo, Qlippoth.

Desde ese entonces Serafall se había prometido que se haría más fuerte. Sin fatiga entrenó día y noche para superar sus limitaciones físicas.

Para su desgracia entrenó junto a su rival Roygun bajo las directrices de su madre, y aunque ella no lo quisiera admitir le trajo muchos beneficios.

Las dos primeras semanas entrenaron el área física. Su madre les sometía a entrenamientos físicos y a peleas para mejorar en ese aspecto.

Pero en las últimas dos semanas su arduo entrenamiento se centró en el poder demoníaco y todo lo que conllevaba su uso respectivamente.

Serafall indagó en las raíces de la magia de agua que poseía el linaje Sitri, y de cierta forma adquirió mayor dominio sobre el elemento.

Roygun en cambió potenció la característica del clan Belphegor que les permitía agrietar cualquier superficie u objeto que llegasen a tocar.

Se podía decir que ambas diablesas se habían hecho mucho más fuertes desde que todo este entrenamiento comenzó hace solo un mes.

Pero Serafall no estaba conforme y quería más fuerza. Quería ser tan poderosa como lo demostró Grayfia en el encuentro que tuvieron.

"Todavía puedo dar más..."- Serafall jadeó cansada liberando un gran bloque de hielo en el vasto territorio Sitri. Varios bloques también permanecían apilados en aquella zona.

Un silbido cargado de asombro sonó en aquel momento y Serafall giró su cabeza para saber de quién se trataba. Y se llevó una buena sorpresa.

-¡Sirzechs! ¡Eres tú! -la diablesa corrió hacia su buen amigo y le dio un fuerte abrazo, que el pelirrojo correspondió- ¿Dónde estuviste todo este mes? ¿Acaso tú también estuviste...?

-Así es Serafall, al igual que Goku, Roygun y tú yo también decidí entrenar para hacerme más fuerte de lo que era -respondió Sirzechs sonriendo.

Serafall tuvo que admitirlo Sirzechs se veía más alto, más fuerte y más apuesto que antes... Pero ella ya tenía a otro diablo en su punto de mira.

-Dime, ¿Goku todavía no ha regresado? -preguntó Sirzechs sumamente intrigado, aquel era el asunto que ocupaba su mente estos días.

-No... no he tenido noticias de él desde que se fue -Serafall bajó la cabeza algo desanimada y Sirzechs sonrió para tratar de animarla.

-Hey, hey, ¿y tu confianza Serafall? Estoy seguro de que todavía sigue entrenando en aquel lugar, pero ahora no hay duda de que soy el más fuerte -admitió Sirzechs sonriendo algo confiado.

No es que Sirzechs priorizara sumamente el poder, pero desde que eran niños siempre había existido una competitividad entre ambos.

Los entrenamientos que había realizado a lo largo de este mes le daban la confianza necesaria como para poder afirmar aquellas palabras.

-¿En serio? ¿Qué te hace pensar que no soy la más fuerte yo? -preguntó Serafall con una sonrisa retadora. Ella también se volvió fuerte.

"¿Qué les hace pensar que yo no?"

Ambos demonios se giraron y vieron a Ajuuka Astaroth caminando hacia ellos tranquilamente y uniéndose a la charla que estaban manteniendo.

-Bueno, bueno, estoy seguro de que ambos se han vuelto muy fuertes... pero ahora he adquirido un poder que sobrepasa los límites de cualquier demonio -habló Sirzechs sonriendo con calma.

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