Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.
Sirzechs estaba en su escritorio indagando sobre una partitura que estaba componiendo.
Era una canción de piano que los niños del coro interpretarían en el coliseo, pero tenía problemas para hallar una buena melodía.
Un largo mes había pasado desde su intensa pelea con Goku, desde ese entonces se dedicó a hacer entrenamientos moderados en solitario.
También retomó sus labores musicales para con el coro Gremory, ya que durante su mes de entrenamiento no tuvo tiempo para dedicarse a ello y ahora que estaba libre podía hacerlo.
El joven componía melodías, pero la falta de práctica en las últimos semanas le hizo perder un poco del toque que había adquirido.
En una ocasión fue el castillo Phenex para presentarle a Grayfia una melodía que había compuesto pues quiso una opinión femenina.
Serafall no podía ya que había estado muy ocupada con su madre, a quien ayudaba con las tareas y deberes que concernían al clan Sitri.
Y bueno, recordó lo que dijo Goku acerca de integrar a Grayfia al grupo y aprovechó en ir a visitarla. Realmente pasó un buen momento.
-Si pongo una semicorchea aquí junto a un si bemol y retraso el tempo... tal vez -murmuraba el pelirrojo intentando concentrarse pero tenía dificultades debido a cierta razón en particular.
Zekram Bael estaba en el piso inferior de la mansión charlando con su madre, quien siglos antes formó parte de aquel prolífico clan.
Sirzechs no era tonto, sabía que el primer Bael quería tenerle controlado para ver sus avances.
El motivo era simple, y es que con la ayuda de Zekram consiguió mejorar considerablemente su dominio con el poder de la destrucción.
¿Quién mejor que el primer Bael, poseedor del mismo poder, para ayudarle con el tema? Pues él le ayudó en mitad de sus entrenamientos.
Flashback:
Sirzechs golpeaba una roca mientras tenía el torso expuesto, estaba intentando imbuir poder destructivo en sus manos pero le era imposible.
Habían pasado dos semanas desde que se fue Goku a entrenar y el decidió seguir sus pasos, pero sentía que este entrenamiento era insuficiente.
"Mientras Goku está en un territorio de clase suprema yo estoy aquí golpeando unas rocas, ¡demonios!"- pensó con frustración el pelirrojo.
Tenía talento pero no sabía pulirlo. Era mitad Bael y mitad Gremory, una fuente de reservas mágicas y poder de la destrucción. Los mejores genes.
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Sueño eterno ☑
FanfictionDe una guerra, surge una lágrima. De una lágrima, surge un corazón roto. De un corazón roto, un surge un sueño eterno. De un sueño eterno, surge esta historia. Espero que la disfruten.