Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.
Oscuridad.
Eso era lo único que veía Grayfia.
La diablesa permanecía sentada en una sala absolutamente a oscuras con brazos y piernas atadas con múltiples cadenas de antimagia.
Sus ojos azules estaban llenos de lágrimas, no existía palabra alguna para describir el inmenso dolor que estaba acumulado en su pecho.
Había traicionado la confianza de Goku, sus amigos y su facción entera... todo para salvar a su hermano menor Euclid del hijo de Beelzebub.
Ella no tuvo de otra, era eso o perder al único recuerdo vivo de su madre, pero seguramente le dolía más haber perdido para siempre a Goku.
Cuando regresaron del reparto de alimentos Grayfia subió a su cuarto, Beelzebub le dio una hora para que se reencontrara con él o lo pagaría bastante caro. Aquello la dejaba sin opciones.
Claro que pensó en recurrir a Goku, su héroe y salvador, pero Beelzebub se anticipó diciéndole que si lo hacía no sólo mataría a Euclid sino que también la mataría a ella misma sin dudarlo.
Durante esa hora Grayfia le escribió una carta a Goku, sabía que después de que él leyera la carta la odiaría para siempre, pero lo tenía merecido.
Goku lo dio todo por ella, literalmente todo. Pero ella le había traicionado para salvar a su hermano de morir a manos de Beelzebub.
Después de escribir la carta pensó en ver a Goku una última vez, pensó en decirle cuánto le amaba... pero no tuvo el valor de verle la cara y desapareció del lugar en un circulo mágico.
Ahora estaba en las mazmorras del castillo Lucifuge, totalmente a oscuras como su corazón luego de haber perdido a su única luz... a Goku.
Lo único que podía hacer en estos momentos era arrepentirse por todo: por su destino, por no haber podido decirle a Goku cuánto le quería, por haberle traicionado... sobretodo por esto último.
Nunca debieron conocerse desde un principio, todo habría sido mucho más fácil para los dos.
Ahora le dolía tanto el pecho que sentía que el corazón podía parársele de un momento al otro... ese debía ser su castigo, se lo merecía.
-Rev... lo siento tanto -Grayfia lloró anhelando que Goku fue en su ayuda, pero nadie lo haría. Estaba sola, siempre estuvo sola en el fondo.
Toda esa oscuridad que Goku había estado desvaneciendo a lo largo de estas semanas estaba volviendo a su alma y abordándola.
Grayfia se negó a ceder a pesar de que en su mente se sucedían sin fin imágenes donde ella fue torturada con látigos, humillada, encerrada durante días... esa oscuridad dentro de su ser.
Pero a su vez los bellos recuerdos que vivió con Goku luchaban por prevalecer. La mente de Grayfia era un campo de batalla entre luz y oscuridad, y las consecuencias eran visibles.
Lágrimas, lamentos, inestabilidad emocional... todo aquello que Goku había estado sosteniendo ahora se estaba derrumbando paulatinamente.
Después de todo perdió a su pilar emocional, aquel que le hizo vivir de verdad y le enseñó el camino de la felicidad. Todo fue por su culpa.
"Esto está un poco oscuro kukuku"
Grayfia abrió sus ojos con terror al escuchar tales palabras y de repente una luz se encendió, tuvo que apartar la mirada por la luminiscencia.
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Sueño eterno ☑
FanfictionDe una guerra, surge una lágrima. De una lágrima, surge un corazón roto. De un corazón roto, un surge un sueño eterno. De un sueño eterno, surge esta historia. Espero que la disfruten.