Cap. - 7 - Corre.

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      La criatura de gran tamaño salió de la celda buscando el cadáver, su aspecto se asemejaba al de un caballo deforme con un jinete humanoide de brazos muy alargados y enormes manos sin piernas con la cadera unida a la espalda del caballo, su cuerpo era completamente negro y sus pesuñas, dientes y garras, eran manchadas por sangre fresca.

El cachorro se mantuvo inmóvil en el suelo cerca de la pared con el cadáver cubriendo su rostro, aguantando con fuerza la respiración y no ser detectado por la criatura que se acercaba.

La deforme bestia posó su gran pesuña sobre el cuerpo muerto, presionándolo junto con el cachorro en el suelo, y sacudiendo su largo brazo derecho con la mano abierta, el jinete apuñaló el cadáver por la espalda atravesándolo con sus garras qué se clavaron en el piso de piedra.

Apretando fuerte los músculos del abdomen aguantando el impulso de tomar aire, el cachorro apenas logró mantenerse quieto mirando las cinco afiladas garras de la criatura goteando sangre a través del cadáver, rosando de cerca su rostro.

Con su mano clavada en éste, la criatura dio media vuelta arrastrando el cuerpo por el suelo, quitándolo de encima al cachorro sin notar que estaba allí.

- (Si me muevo o respiro, esa cosa me verá, tengo que estar quieto hasta que se valla... pero... ya no aguanto...)

Sufriendo por la falta de aire, el cachorro estaba por abrir su boca y tomar una gran bocanada, pero se resistía desesperadamente frunciendo el rostro para aguantar hasta que la criatura se hubiese alejado, abrió levemente sus ojos para ver donde estaba, la criatura se encontraba tan solo a unos metros de él, el jinete sujetaba al cadáver varios metros en el aire con su brazo mientras hacía ruidos extraños al observarlo.

Sin previo aviso, tanto la cabeza del caballo como la del jinete comenzaron a gritar soltando un espantoso ruido que resonó por la torre, el caballo saltaba y pateaba por todos lados frenéticamente con el jinete sacudiendo sus largos brazos de manera violenta golpeando el cadáver con el suelo y las paredes, mientras éste seguía incrustado en sus garras.

Mientras la criatura seguía con su alboroto, el cachorro tomó la oportunidad de poder respirar levemente, con su mirada fija en la criatura observando sus movimientos salvajes, buscando una oportunidad para escapar, pero con ésta saltando tan erráticamente a su alrededor no había forma de hacerlo.

Luego de varios minutos la criatura finalmente se detuvo, el jinete sujetó al cadáver entre sus enormes manos de lo que quedaba de los brazos y piernas de éste, acercándolo al rostro del caballo que abría sus enormes fauces, dando una fuerte mordida al torso del cadáver partiéndolo por la mitad.

Dejando de lado los restos del cuerpo, la criatura comenzó a caminar lentamente saliendo de la habitación, el cachorro seguía tendido en el suelo conteniendo la respiración sin moverse, mientras los pesados pasos de la criatura hacían vibrar los barrotes de las celdas.

El cachorro comenzó a calmarse mientras la criatura se alejaba, pero luego de haber golpeado tanto el cadáver por la habitación, uno de los soportes metálicos que apenas sujetaba la antorcha encendida en el muro, terminó por caerse debido a las fuertes vibraciones de los pasos de la criatura, cayendo sobre el rostro del cachorro.

- ¡aaa!

El cachorro lastimado se levantó con cenizas de la antorcha en sus ojos mientras gritaba, frotándose el rostro con las manos para quitarse las brasas quedando su vista borrosa, aún confundido logró ver la silueta de la criatura inmóvil en la puerta de la recamara, pero cuando su vista terminó de aclararse, el jinete miraba por encima de su hombro con sus ojos clavados en el cachorro.

Perro del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora