Cap. - 11. -1/2 - Hermanas, hasta la muerte.

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La mañana llegó, Mórrigan fue el primero en despertar con el sol, malhumorado mientras caminaba lentamente por los pasillos de la torre con la mano izquierda en el bolsillo y suavemente deslizando la mano derecha sobre el muro, a su espalda el entorno se deformaba reparando los daños a su paso, volviendo a colocar las antorchas en su sitio a la vez que eran encendidas y cada trozo de roca o grano de polvo volvía a formar parte de la estructura.

-Con este ya van ocho pisos seguidos en estado deplorable... no puedo creer lo que esa mujer hiso en la torre, salas de tortura, experimentos biológicos inmundos, cadáveres de razas que ni conozco..., puede que mi padre estuviera loco a su manera, pero esa maldita cruzó una línea muy horrible... *ains*, (guarda la calma Mórrigan, se lógico, todo en el mundo tiene una explicación si la buscas), Nicóla Fléming jamás sería tan, idiota, para pelear a muerte contra nadie sin pensarlo, pero no hay rastro alguno de donde fue, o como escapó... pero estoy seguro que no está muerto, debe haber alguna pista... hmm....

Deteniéndose abruptamente, Mórrigan presionó suavemente la palma de su mano contra el muro, hundiéndola unos pocos centímetros en la roca sólida, concentrando sus sentidos.

-Lo que faltaba...

Al mismo tiempo en otro lugar de la torre, Dante y Roy limpiaban la habitación tras la puerta.

- ¿Por qué tengo que hacer esto? -exclamo Dante malhumorado-

-Porque a menos que sepas convertir, agua en vino, tendrás que ayudarme a limpiar.

El anciano apartaba los pesados escombros de la entrada, mientras Dante sacudía el polvo de los estantes.

-Sería más fácil sin estas cosas tan pesadas, pegadas a mi... oye abuelo, ¿sabes que es esta cosa? -preguntó Dante, mordisqueando las extrañas placas que cubrían sus brazos-

-No soy tu abuelo, y deja de morder eso o te romperás los dientes, déjame verlo...

Roy se acercó al cachorro sujetándolo del brazo y levantándolo fácilmente en el aire mientras acercaba la extraña placa que lo envolvían a su rostro.

- Antes no estaba del todo seguro, creo que sé lo que es... pero, ¿dónde está esa cosa?

- ¿Qué, cosa...? ¡oye!

Sacudiendo al cachorro como un trapo, Roy comenzó a revisar detenidamente cada rincón de su cuerpo, tirándole de la cola, mirando dentro de sus orejas, observando cada rincón buscando algo, mientras Dante trataba de resistirse sin éxito.

- ¡Suéltame ya!

- ¡No eres, un perro de verdad, deja de retorcerte!, además, dices ser un Licántropo, pero es raro ver a uno con esta apariencia, tienes orejas y cola, pero sigues siendo parcial mente un humano, ¿serás una variante de la especie o algo así?

- ¡Yo que sé!, desde que esa cosa se pegó a mi espalda me quede así y no puedo cambiar mi aspecto.

- ¿En tu espalda?

Lanzando ligeramente al cachorro al aire, Roy sujetó la pierna de Dante sin dejarlo tocar el suelo mientras estiraba el cuello de su harapienta vestimenta.

- ¡oye!

-Debe estar en alguna parte... ¡aja!, justo entre la cervical y la torácica.

Incrustada en la espalda del cachorro, se encontrada una pequeña joya oscura con metal forjado a su alrededor con una forma que se asemejaba a la cabeza de un perro.

-La verdad me sorprende que sigas vivo.

- ¿eh?

-Esta cosa me la encontré en mis viajes, realmente no sé qué es, pero la primera vez que la toqué, se tragó todas mis fuerzas y quedé inconsciente un día entero, me dio curiosidad así que usé una rama para cargarla y se la traje a Nicóla para que la estudiara, recuerdo que descubrió unas cosas muy importantes, entre las cosas que dijo, mencionó que era una especie de "relicario" además, esta pequeña joya, puede adsorber la energía de cualquier cosa que la toque de manera instantánea, por eso me sorprende tanto que, bueno, sigas vivo...

- ¿Puedes bajarme? -le preguntó Dante malhumorado mientras colgaba-

-Claro, claro.

Roy soltó al cachorro que golpeó el suelo quedando boca abajo, sin previo aviso, el anciano se tambaleo hacia atrás dejando caer su cuerpo sobre la espalda del cachorro sentándose sobre él mientras cruzaba los brazos y piernas tranquilamente.

- ¡Aaa...!

-También hubo un par de... incidentes... mientras Nicóla estudiaba esta cosa -comentó el anciano mientras frotaba las grandes cicatrices en su pecho-

-Quítate...

Raspando el suelo con las garras y empujando hacia arriba, Dante trataba de que el pesado cuerpo de Roy se apartara, pero no cedía centímetro alguno.

-Permíteme revisar algo... con tú permiso.

Usando la mano derecha, el anciano sujetó la cabeza de Dante por detrás, mientras cerraba los ojos e inhalaba aire profundamente concentrándose, Roy apretó levemente su mano, sintiendo la energía en el cuerpo del cachorro.

- (*Jmp*, enserio es sorprendente que este niño siga vivo... no hay ninguna señal de que posea energía elemental en él, supongo que debió ser la que esa loca le quitó, pero lo más extraño es que su cuerpo ahora genera mucha más energía para llenar ese vacío, algo así le quemaría el cuerpo desde adentro, pero la joya drena todo el excedente en el mismo momento que la produce, es un caso bastante peculiar... me pregunto si, "eso" también estará en su cuerpo...)

Roy continuaba sujetando al cachorro contra el suelo sin decir palabra alguna, mientras éste aun luchaba desesperadamente para quitárselo de encima.

En el suelo cerca de donde se encontraban, un pequeño tumulto de rocas comenzó a formarse, éste comenzó a moldearse, formando la cabeza de Mórrigan con parte del cuello pegado al suelo.

-Veo que ustedes dos... se están conociendo mejor, sabes, el trabajo de tapete se te da bien, . -comentó Mórrigan burlándose de Dante-

-Maldito...

El anciano se levantó liberando al cachorro que respiró profundamente recuperando el aliento, pero Roy enseguida poso su pie sobre la espalda de este para mantenerlo en el suelo.

-Si quieres, puedo usarte a ti, como una pelota justo ahora -sugirió Roy muy sonriente mientras observaba la cabeza de Mórrigan en el suelo-

-Salvaje... -respondió Mórrigan mientras desviaba la mirada-, dejando de lado sus juegos por un momento caballeros, hay un problema en la torre, bueno, dos para ser exacto...

Perro del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora