Recorriendo tranquilamente los pisos de la torre, Mórrigan guio a Roy y Dante por los pasillos mientras conversaban.
- ¿Ya vas a decirnos cuáles son los problemas? -Le preguntó Roy-
- Es más fácil que lo vean... ya llegamos.
Los tres se detuvieron frente a una pequeña recámara, varias rocas pesadas impedían abrir la puerta, acercándose a ésta y girando su dedo índice sobre la puerta, Mórrigan extrajo parte del material creando una apertura del tamaño de un pequeño plato, manteniendo la puerta bloqueada.
Segundos después, un gran impacto sacudió la puerta desde el interior, atravesando el agujero, un pequeño brazo delgado con afiladas garras y piel completamente negra se agitaba desesperadamente tratando de alcanzar a Mórrigan.
-Eh aquí el problema, señores -señaló Mórrigan mientras observaban la mano de la criatura -hay dos de estas cosas, la otra debe estar al fondo del cuarto, no sé cómo llegaron aquí, pero son muy agresivas, por eso quiero echarlas.
-Se parece al caballo deforme de antes... -comentó Dante en voz baja-
-Sí, es lo mismo que tu amigo jinete -le respondió el anciano -son Nior, y a juzgar por lo salvaje de ésta, diría que recién acaba de nacer.
- ¿Nior? -preguntó Mórrigan bastante desconcertado por el término -
-En resumen, -cruzándose de brazos, Roy habló lentamente- son almas que terminan quedándose en este mundo hasta pudrirse, son salvajes eh implacables, se reducen solamente a un instinto asesino, no son listos, pero tampoco tontos, además su apariencia siempre es única, así como sus habilidades.
- ¿Cómo las echamos de mi torre? -interrumpió Mórrigan-
-Un Nior siempre tiene una pequeña piedra como núcleo escondida en alguna parte del cuerpo, si la encuentran y la separan de éste, se volverá arena y no será una amenaza, pero aunque lo lastimen o casi maten, si, no les quitan la piedra...
Acercándose a la puerta, el anciano tomó con fuerza el pequeño brazo de la criatura con su gran mano mientras esta se retorcía salvaje mente tratando de soltarse, dando un pequeño giro a su muñeca, Roy quebró el brazo de la criatura esparciendo parte de la arena negra que lo formaba por el suelo.
Dentro del cuarto resonó un horrible grito que sacudió la torre y lastimo los agudos oídos de Dante que se cubría las orejas por el dolor, mientras la criatura continuaba sacudiendo ferozmente su brazo roto a través del agujero, éste, momentos después volvió a su estado anterior, curándose completamente.
-Como ven, si no se les quita la piedra, se curarán gradualmente dependiendo del daño, pero hay que darle una sepultura adecuada a la piedra para que descansen en paz y no vuelvan a surgir... ¡BUENO!, les deseo suerte -dijo el anciano mientras daba vuelta-
- Espera... ¿qué?, ¿no vas a sacarlas? -preguntó Mórrigan un poco alterado-
-Claro que no, lo harán ustedes mientras yo iré a buscar un par de frascos para guardar las piedras.
- ¡Oye, abuelo!, apenas logré escapar de ese caballo antes, ¡¿y ahora quieres que valla a pelear contra dos de esas cosas?! -reclamó Dante al anciano-
-No soy tu abuelo, además, si quieres vivir, tendrás que aprender a pelear, toma esto como una lección para comenzar, así que...
Balanceando ligeramente su pie hacia atrás, el anciano pateó con fuerza la puerta del cuarto derribándola frente a Dante y Morrigan.
- ¡Comienza la lección! -grito el anciano mientras les daba la espalda y se iba caminando tranquilamente-
- ¡no destruyas la torre!, -le gritó Mórrigan mientras Roy se alejaba tranquilamente-
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Perro del Infierno
AcakUn joven Licántropo que despierta despues de horribles pesadillas, al darse cuenta de los poderes mosntruosos que le fueron impuestos, comienza una aventura en busca de venganza.