ESTUPIDO LOBO.✔

Capitulo 44|La ley del hielo.

Pov'Mia.

Ya tengo puesto el gran vestido de novia y lo mejor de todo es que me an retocado el maquillaje un montón de veces, el ¿Por que? Porqué no paro de llorar.

Parezco un grifo.

Unos toques suaves en la puerta suenan por todo el cuarto, alguien está llamando a la puerta.

¿Quien será?

Megan abre la puerta y recibe a si mate; Ethan.

Cuando veo que los tres se ponen a hablar de cosas, me siento en la cama y miro mis mano, las cuales llevan una manicura muy bonita, pero que ahora mismo detexto con toda mi alma.

El vestido es hermoso, pero la situación es la misma, lo detexto con toda mi alma.

Se que llevo desde la mañana arreglandome en este cuarto y si no fuera porque me an obligado, ahora mismo estaría durmiendo.

— Mia.- Pronuncia Ethan, no lo miro.

— Dijistes que no dejaruas que me obligará a algo.- Susurro.— Y mira lo que está pasando ahora mismo.- Me río, mientras las lágrimas caen por mis mejillas sonrojadas.

— No puedo hacer nada.- Dice con cautela.

— Como todos...

— Lo siento.

— No pasa nada, al fin y al cabo, es Jayden.- Contesto.— No voy a renunciar a mi apellido, por mucho que ahora tenga el suyo.- Digo.

— Bien.- Dice, para luego irse de la habitación.

— Jayden ya está en el altar, esperándote.- Dice Erika con emoción.

Vaya emoción...

***

Ya estoy llegando a la iglesia, en donde me encontrare con Jayden en el altar.

Igual se arrepiente.

— ¿Por que no te quieres casar con el?- Pregunta Kira, mi loba.

— Porque nos golpeó.- Digo obvia.— Y nos está obligando a llevar su apellido.

— Normal, somo suyas.- Dice como si fuera lo más normal del mundo.— Airon se a enfadado conmigo.- Dice apenada.

— Me da igual, además por lo que tengo entendido, fue el, el que me golpeó.- Contesto.

— Nos castigo.- Lo justifica.

— Que se hubiese castigado el mismo, yo no estaba haciendo nada.- Contrataco.

— Estabas envuelta en una toalla con otro macho, normal que se enfadara.

— ¡No lo defiendas!¡Eres mi loba, deberías ir de mi lado!- Digo enfadada y corto el link.

— Ya hemos llegado.- Avisa Megan.

— Bien.

El maquillaje lo tengo corrido de antes y de ahora, porque estoy llorando de impotencia y rabia. Bajamos de la limusina y entramos por la gran puerta de la iglesia, Erik se coloca a mi lado y entrelaza mi brazo con el suyo.