Capítulo 8

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"Me perdí"

— ¿¡Señora Rossi!?

La mujer la miró asombrada unos segundos y luego esbozó una gran sonrisa, mostrando todos sus dientes perfectos. Se levantó de su asiento y estiró los brazos contenta. Becca se había quedado tiesa y sólo pudo dar una sonrisa forzada de labios cerrados.

No actuaba bien frente a sorpresas, sólo se quedaba viendo a la persona hasta que su cerebro unía todos los cables de vuelta.

— Oh, querida, ven — exclamó dramáticamente la señora Rossi. Becca obedeció y dejó a los tres jóvenes atrás, que en ese momento no sabían que estaba ocurriendo, sólo se miraban entre ellos buscando respuestas —. ¿Qué estás haciendo aquí, no deberías estar en casa?

Becca respondió el abrazo de la "Miss" y la miró un poco apenada. No podría mentirle a ella. Era una mujer muy amable y además era su vecina, no iba a poder con la culpa. Pensó muy bien en sus palabras y volvió la mirada hacia Ángel, que estaba estupefacto. Intentó con todas sus fuerzas poder mirar directamente a la mujer frente a ella, pero apenas pudo bajar la mirada al suelo.

— Señora Rossi, yo...

— Llámame Estela. Estamos en confianza, no me molesta en lo absoluto.

— Emm bueno, señora Estela — la mujer suspiró interiormente, esa niña estaba bien educada o era un poco estúpida —. Mire, con todo respeto, no creo que deba preocuparse por mí, en serio. Fue un acto irresponsable de mi parte y me dejé llevar por la curiosidad y me encontré a estos alumnos por el camino y ellos me trajeron hasta usted.

— Pero qué sucedió, querida. — la animó a continuar mientras colocaba un mechón blanco, todavía húmedo a causa de la lluvia, detrás de su pequeña oreja.

— Déjeme explicarle, Miss Rossi. Nosotros estábamos pasando... — empezó a relatar Oliver avanzando hacia la mujer.

— No — interrumpió Estela alzando la palma de su mano hacia los chicos, el joven de ojos verdes se detuvo y volvió a su lugar inicial junto a sus amigos —. Ustedes tres desde hace muchas semanas me están trayendo problemas. Me parecen actos totalmente innecesarios e inmaduros para hombres de su edad. Están a un año de terminar el colegio, pero si continúan saltándose clases, llegando tarde o molestando a sus compañeros, me veré obligada a retirarles la matrícula y ustedes serán expulsados y obligados a terminar su último año en otra institución. Les avisé muchas veces y no quería llegar a esto. Conozco a sus padres y ellos darían lo que fuera para que se sintieran cómodos y tuvieran la mejor educación. Es lamentable porque los conozco desde pequeños y siempre fueron amigos de mi hijo, pero no lo toleraré más; quedan advertidos una última vez, pero la próxima ya no perderé tiempo en otro discurso y tomaré cartas más graves en el asunto — suspiró profundamente y señaló a su secretaria, seria —. Fran, llévalos a sus respectivas aulas y avisa a su profesor que mande notas a sus padres con un título bien grande que diga "Último aviso", gracias. Yo me quedaré con la señorita Blanc.

"Querido Diario: Me enamoré"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora